El estudio refleja un nuevo repunte, ya que el indicador general de actividad aumentó en abril y alcanzó los 57,8 puntos, dos décimas más que en marzo.
Ello se debió principalmente al crecimiento del sector manufacturero, que se aceleró de forma leve, mientras que el sector servicios se ralentizó ligeramente.
Sin embargo, el crecimiento continuó siendo muy desigual entre los distintos países y la expansión únicamente fue impulsada por las dos principales economías de la zona del euro, mientras que la "vacilante" demanda interna contuvo la recuperación en los demás estados, donde se registraron mejoras muy tenues.
Según el economista jefe de Markit, Chris Williamson, la recuperación de la zona del euro sigue dependiendo "excesivamente" de Francia y Alemania, mientras que el ritmo fuera de estos países es "apenas modesto".
Los pedidos siguieron creciendo a buen ritmo, en tanto que los trabajos pendientes de realización aumentaron al ritmo más débil de los últimos cuatro años.
La media de los precios cobrados por los bienes y servicios aumentó por noveno mes consecutivo, debido al encarecimiento del combustible y por la inflación causada por la escasez de la oferta.