Sólo en los tres primeros meses del año, la empresa, con sede en Oviedo (norte de España), obtuvo prácticamente la mitad del beneficio del conjunto de 2008, cuando ganó 104 millones de euros.
Además, EDP Renováveis, según la comunicación remitida a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios portuguesa, incrementó en el primer trimestre del año su capacidad instalada hasta los 5.165 megavatios (MW), 1.459 MW más que a cierre de marzo de 2008.
El aumento del resultado neto fue posible, explicó la compañía, debido a que el resultado bruto de explotación (EBITDA) aumentó el 23 por ciento de enero a marzo, hasta alcanzar los 154 millones de euros.
La deuda neta de la compañía se redujo en 1.079 millones de euros hasta los 1.551 millones.
En cuanto a la producción eléctrica, EDP Renováveis registró un incremento del 40 por ciento en los tres primeros meses del año hasta 2.845 gigavatios hora (GWh), mientras que la capacidad eólica se elevó en 113 MW desde el inicio de 2009 hasta marzo.
Por áreas de negocio, EEUU reemplazó a España como el país con mayor peso para la compañía (42%) y el principal impulsor del crecimiento del Ebitda (89%).
Según explicó la consejera delegada de EDP Renováveis, Ana María Fernandes, EEUU será el principal motor de la compañía y contribuirá a partes iguales con el resto del mundo.
De hecho, en EEUU la capacidad instalada a cierre de marzo es de 2.257 MW, superior a los 2.109 MW con los que cuenta en España y las perspectivas son mayores para aquel país, ya que Fernandes confía en crecer de manera "rentable" con el nuevo desarrollo regulatorio.
Y así, aunque no descarta seguir explorando nuevos mercados y desarrollar su negocio en las áreas ya presentes, subraya que el impulso de la Administración de Barack Obama a las energías "limpias" posiciona a la compañía y le ayudará a conseguir su objetivo de aumentar este año la capacidad en 1,2 ó 1,3 GW.
La consejera delegada explicó que la conciencia por combatir el cambio climático y el impulso de los gobiernos a las energías renovables auguran un futuro próspero para la compañía, a pesar de que el precio del petróleo haya bajado considerablemente respecto a los niveles de hace un año.
La nueva visión en EEUU de la industria de las renovables, dijo, supone un importante apoyo para el sector que una vez se solucionen las limitaciones a corto plazo -en alusión a la opción de recibir créditos fiscales- se trasladarán en una mayor liquidez y menor riesgo para las compañías, que podrán avanzar con sus planes a pesar de la crisis económica.
Es más, Fernandes ve un potencial aumento del 78 por ciento de la demanda de energía "verde" en la próxima década, aunque advirtió de que de momento es algo que debate la Administración estadounidense.