Asimismo, la compañía prevé que existirán 50.000 millones de dispositivos conectados, de los cuales 15.000 millones permitirán el acceso a contenidos multimedia y circularán sobre redes IP dominadas por el tráfico de vídeo.
El estudio revela además que los consumidores valorarán la simplicidad y percibirán el valor de una única factura. No obstante, la necesidad básica de banda ancha permitirá la separación de propuestas valor entre el acceso de banda ancha y los contenidos.
Para la compañía, la industria de la televisión estará valorada en unos 750.000 millones de dólares (544.800 millones de euros a tipos de cambio actual) en el año 2020, frente a los ingresos 530.000 millones de dólares de 2013 (384.700 millones de euros).
Si bien, la distribución de los ingresos cambiará entre proveedores de contenidos, difusores de televisión, proveedores del servicio de televisión y de red, especialmente a medida que las marcas cambian sus objetivos en cuanto a la publicidad.
Para el vicepresidente Senior y Responsable de la Unidad de Negocio de Soluciones de Soporte de Ericsson, Per Borgklint, el futuro es "incierto", pero la dirección y la tendencia están "claras". "Las reglas de la televisión están cambiando y es esencial para nuestros clientes evaluar sus estrategias", ha asegurado Borgklint.