El estudio desvela que los españoles gastaron una media por consumidor de 145 euros y que durante el año pasado más de 4,5 millones de personas adquirieron algún tipo de producto falsificado.
Los productos más consumidos son las prendas de vestir, que representan el 23,3% del total de las falsificaciones con un gasto medio de 108 euros, seguidas por el tabaco, muy castigado por el contrabando y donde el gasto medio por consumidor es de 163,3 euros. El estudio subraya que a diferencia de otros sectores, en el caso del tabaco el hábito de compra es habitual y reiterado, algo que no ocurre con el textil o el de la electrónica, donde el gasto medio es de 204,9 euros.
El perfil de los compradores de productos falsificados muestra que los jóvenes son los que más compran falsificaciones. Así uno de cada cuatro personas entre 18 y 29 años reconoce haberse comprado algún tipo de producto falsificado. Entre las razones que ofrecen para adquirir un producto de este tipo es el menor precio, la relación calidad-precio o la mera curiosidad.
Respecto al lugar donde lo adquieren, la gran mayoría reconoce que los adquieren en mercadillos o rastrillos, en el 'top manta', en comercios habituales y por Internet. El estudio muestra que la vía de entrada de estos productos en España se produce mayoritariamente por correo postal (62,91%), seguido por la vía aérea (21%) y por el correo exprés (4,92%).
"El auge de las falsificaciones en España se debe principalmente a la crisis económica que ha disminuido la renta de las familias desde 2008", ha explicado el presidente del Foro Europea y autor del informe, José Carlos Cano.