Francia apuesta por eliminar los vuelos nacionales de menos de dos horas que se puedan hacer en tren

  • El Gobierno galo busca reducir las emisiones contaminantes

  • La industria aeronáutica francesa ha criticado la decisión tomada en medio de la crisis económica provocada por la pandemia de covid que ha golpeado al sector

  • Francia se propone reducir sus emisiones de carbono a niveles de 1990 antes de que acabe la década

El gobierno de Emmanuel Macron ha votado a favor de prohibir los vuelos nacionales en rutas que pueden cubrirse por tren con una duración por debajo de las dos horas y media. El objetivo de esta medida es reducir las emisiones de carbono, algo que contemplaba el programa político del Ejecutivo.

La decisión ha caído como un jarro de agua fría sobre la industria del transporte aéreo que la ha criticado al considerarla inoportuna en medio de la crisis que sufre el sector tras el parón económico provocado por la pandemia mundial de covid.

"Sabemos que la aviación contribuye a la emisión de dióxido de carbono y que debido al cambio climático debemos reducir estas emisiones", explicó una fuente gubernamental a radio Europe 1. “Del mismo modo, debemos apoyar a nuestras empresas y no dejarlas en el camino”.

Es posible que el tráfico aéreo no vuelva a los niveles previos a la crisis antes de 2024, según pronostican los analistas de McKinsey.

Grupos y activistas medioambientales tampoco se han mostrado satisfechos con la medida al considerar que este proyecto de ley no va lo suficientemente lejos. Un foro climático de ciudadanos establecido por Macron para ayudar a dar forma a la política climática había pedido el desmantelamiento de vuelos en rutas en las que el viaje en tren se pueda realizar con una duración de menos de cuatro horas.

La votación en la Asamblea Nacional francesa de este sábado por la noche gala fue la primera. El proyecto de ley llegará al Senado antes de una tercera y última votación en la cámara baja, en la que son mayoría el partido del Gobierno y los aliados de Macron.

El gobierno de Macron ha asegurado una recapitalización de Air France por valor de 4.000 millones de euros. Con esta inyección la aerolínea espera recuperarse tras las restricciones de viajes y la caída de los ingresos debido al COVID-19.