El perfil del franquiciado está cambiando. Ya no son sólo grandes inversores o profesionales en activo que buscan otros ingresos sino que aumenta el número de parados que buscan en esta forma de negocio una salida a su desempleo.
Después del éxito de los yogures helados, este año uno de los "boom" de este año son las franquicias de lavanderías de autoservicio, con una inversión media de 75.000 euros, pero no necesitan personal y dan rendimientos muy pronto. También triunfan otras innovaciones como los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar y productos de bajo coste como los perfumes a granel. Un negocio que puede montar por unos 19.000 euros. El rey de la franquicia, aunque es el que más inversión requiere, sigue siendo, el sector de la restauración.
La franquicia crece con la crisis, da empleo a más de 240.000 personas y se hace más asquible, casi un 40 % requieren una inversión de menos de 30.000 euros.