Schulze, que abandonó la presidencia de la empresa tras 46 años el pasado mes de junio, es actualmente el mayor accionista al controlar el 20,1% de los 339,9 millones de títulos de Best Buy. Su oferta representa una prima de entre el 36% y el 47% respecto al precio de cierre de 17,64 dólares registrado a cierre de sesión el pasado 3 de agosto.
Asimismo, señala que ha desarrollado un plan de negocio para hacer frente a los "numerosos desafíos" a los que se enfrenta la empresa y anuncia que ha ofrecido la vuelta a la dirección de la empresa a algunos de sus ex directivos más reconocidos
Además, apunta que ha mantenido discusiones con importantes firmas de capital privado interesadas en participar en la operación. Así, informa que su plan de adquisición es un combinación de inversiones de estas empresas, una reinversión de 1.000 millones de dólares (805 millones de euros) de su propio capital y deuda. Credit Suisse, asesor financiero de Schulze, le ha informado de que tiene mucha confianza en que puede lograr la financiación de deuda necesaria.
"No hay duda de que ahora es el momento de la verdad para Best Buy y estos cambios inmediatos y sustanciales son necesarios para que la compañía regrese a su posición de líder de mercado", asegura Schulze, quien añadió que, de todas las opciones contempladas, la mejor es que convertirla en una compañía que no cotice en bolsa.
El fundador de Best Buy incide en que hubiera preferido una "negación privada", para lo cual asegura haber estado en contacto durante varias semanas con el consejo de la empresa, y muestra su preocupación por la posibilidad de que la "indecisión y el retraso" provoquen daños adicionales en la empresa.
El ex presidente de Best Buy fundó Sound of Music, su empresa predecesora, en 1966, y después fue consejero delegado de la misma hasta 2002, mientras que conservó la presidencia de la misma hasta junio de 2012.
Richard Schulze abandonó su cargo tras la junta de accionistas del pasado mes de junio después de que una investigación interna revelará que ocultó al consejo la relación que mantenían el ex consejero delegado Brian Dunn con una empleada de la compañía.