Gerardo Pérez, presidente de Faconauto: “Sánchez debería coordinar los ministerios para que el mercado se recupere”

  • "Industria y Transición Ecológica tienen diferentes sensibilidades y el presidente del Gobierno debería coger las riendas"

  • "La red de concesionarios ya ajusta plantillas; la pérdida de entre 16.000 y 18.000 empleos va a suceder en este primer trimestre"

  • "Con los sindicatos estamos de acuerdo en el 99% de los temas; durante el confinamiento fue con quienes más hablé"

Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, la asociación de concesionarios, es una de las personalidades más destacadas entre las asociaciones de la automoción. Su claridad y sensatez a la hora de exponer problemas y soluciones lo que engancha con un discurso que destaca por no poner paños calientes como cuando dice que “Febrero va a ser catastrófico, con una caída de las ventas del 40%”. O el hacer un llamamiento al Gobierno para que se pongan medidas como la vuelta del Renove y la moratoria fiscal para los eléctricos “en nombre de las 161.500 personas que forman la distribución y que ven peligrar su puesto de trabajo”.

Pregunta: Se alzan voces en el sector solicitando la intervención directa del presidente del Gobierno para reencauzar la recuperación del mercado

Respuesta: En el Gobierno hay diferentes sensibilidades, eso está claro. La del Ministerio de Industria no es la misma que la de Transición Ecológica. Nosotros compartimos la visión de ambos: tenemos que tener una industria fuerte y una distribución importante para la economía del país, pero lo tenemos que compaginar con la mejora medioambiental. De ahí la presentación de la plataforma “Neutral in motion” como foro de descarbonización de toda la industria [una plataforma recién creada por nueve de las principales asociaciones]. Todos estamos en el mismo barco y el presidente del Gobierno debería coger las riendas de esta situación y coordinar ambos Ministerios para que el mercado se recupere. Esperemos que el presidente del Gobierno tome las riendas porque hemos de cambiar la dinámica del mercado en enero y, cuidado, también en los primeros días de febrero, ya que vamos hacia la catástrofe.

P: ¿Tan feo lo ve?

R: Prevemos una caída del 40%. Y eso porque la anticipación de las ventas que se produjo en diciembre pasado ya se ha matizado un poco en este mes. Y lo vemos venir por la caída de las visitas en las exposiciones, lo que va a hacer que las matriculaciones sean escasas. Febrero va a ser catastrófico a no ser que hagamos algo, aunque a estas alturas ya va a ser difícil.

P: ¿Ha tenido tanto que ver la subida del Impuesto de matriculación a parte de los coches?

R: Los clientes son muy sensibles al precio. Nosotros sabemos que cuando se le sube a un coche 300 euros, es posible que deje de venderse y cuando se los bajas, se vuelve a comercializar. Y cuando se sube un 4,5% el precio de un impuesto, el mercado se cae.

P: ¿Están ya los concesionarios reestructurando plantillas?

R: Está claro que las consignas que dimos de que pelear por mantener el empleo en los concesionarios, en vista de lo de enero y de que no tenemos ningún agarradero al que poder asirnos, es muy complicado que podamos seguir manteniéndolas. La red de concesionarios ya se está reestructurando. Aún no tenemos el dato, pero está claro que las redes se reorganizan para poder salvar el mayor número de empleos. Ya en la anterior crisis se perdieron 50.000 empleos en la distribución. Cuando hacemos un llamamiento al Gobierno de que hay que incentivar la demanda, lo hacemos para que eso no vuelva a ocurrir.

P: Usted lo cuantificó en entre 16.000 y 18.000 empleos...

R: Mantengo esa visión y añado que ocurrirá en el primer trimestre de este año. Ya está en marcha porque un concesionario no puede mantenerse con unas ventas de la mitad de lo que vendía el año anterior. Y a la par con una caída de los ingresos de la posventa también de entre el 18% y el 20%. Es totalmente inasumible. Un empresario sin ingresos no puede mantener sus plantillas. Y las inversiones en las redes de concesionarias son millonarias.

P: ¿Entonces no hay nada positivo?

R: Soy positivo en el trabajo que vamos a hacer con el Gobierno. La semana que viene los días 17 y 18 vamos a tener nuestro Congreso con la presencia anunciada de varios ministros. Les haremos un llamamiento para que haya un cambio de política y explicaremos que tiene que haber un plan de incentivos para este mercado.

P: ¿Alguna petición expresa?

R: Va a ser un recordatorio que aquel Plan que ciframos en 3.750 millones de inversión en el sector al que hay que ponerle “nombre y apellidos” ya. ¿Qué mejor momento para las inversiones que este que atravesamos, que yo creo que es el peor momento de la industria del automóvil en España? También decirles el Plan Renove del año -del que sobraron 200 millones- si se modifican ligeramente un par de temas que son fundamentales, estoy seguro de que funcionará.

P: ¿Cuáles serían esos dos retoques?

R: Primero que el incentivo no ha sido el adecuado. Le pedimos al Gobierno que hubiera mil euros de ayuda por su parte y otros mil por los concesionarios y fabricantes. Ellos lo redujeron a 400 euros y ha quedado demostrado que por esa cantidad los clientes no achatarran el coche porque tienen alternativas como venderlo en el mercado de segunda mano y sacarle más dinero. Y el drama es que ese coche con 15 o 16 años sigue circulando. La cantidad de 1.000 € siempre ha funcionado en los ocho Planes Pive anteriores. La segunda parte es que la gestión no ha pasado por las redes de concesionarios. Nosotros estamos dispuestos a hacer la tramitación, ser la “gestoría” de los trámites administrativos que han tenido que hacer los clientes. Eso también funcionó muy bien en los Planes PIVE. Pero eso sí, negociando muy bien quién asume la carga financiera. El Gobierno aquí lo hizo muy bien y se dio cuenta de que los concesionarios no podían adelantar las ayudas. Estamos dispuestos a solicitar la subvención en nombre del cliente, pero las cargas financieras no las podemos asumir. Si eso se arregla tendríamos un Plan Renove que sería un éxito.

P: ¿Alguna otra medida clave más?

R: La fiscalidad al uso por la que clama todo el sector. Se trata de reducir trabas a la venta de coches y de penalizar la antigüedad, lo que en un país con un parque tan antiguo como el nuestro [acercándose a los 13 años de media] provocaría un rejuvenecimiento del parque importante, con los beneficios que conlleva, en emisiones entre otros. Estas son las tres medidas más importantes que harían que el sector despegara.

P: El sindicato UGT ha sido muy crítico con el Gobierno tachando sus medidas de “decepcionantes” y diciendo que le hacen “un flaco favor” al sector. ¿Merecería la pena la conjunción de esfuerzos con los sindicatos, por ejemplo dentro de 'Neutral in Motion'?

R: Nosotros tenemos que sumar a todos los que quieran venir a aportar ideas. Los sindicatos en el automóvil tradicionalmente han tenido un comportamiento muy responsable, ayudando a que se mantengan las fábricas y en general el empleo en España. Mantenemos una relación magnífica con los sindicatos, quizá especialmente con UGT, con quienes estamos de acuerdo en el 99% de los temas. Aquí no hay que tener complejos. Yo soy un empresario y dirijo una organización de empresarios, pero como todo lo que proponemos es sensato, pues resulta que con ellos coincido en el 99% de los asuntos, repito. Estoy muy alineado con ellos y me enorgullece pensar que ellos están muy alineados con nosotros. El mito es que las organizaciones empresariales no se entienden con los sindicatos. Pues yo en el confinamiento creo que con la persona con la que más hablé fue con el representante de UGT. Vamos a dejarnos ya de tópicos en este país, que los tópicos nos están llevando a problemas demasiado importantes.

P: Parece que el IDAE valora duplicar el presupuesto de un nuevo Moves hasta los 800 millones...

R: El Gobierno tiene una disponibilidad total de poner fondos para los vehículos eléctricos y electrificados. Y yo lo aplaudo. Porque además es la única manera, no podemos de ninguna manera cumplir el protocolo CAFE europeo [sobre límites a las emisiones] sin acercar esos vehículos a la capacidad económica del cliente en España. Por eso urge un Plan Moves y si es con el doble de dinero, mejor. Pero tenemos que ponernos todos las pilas porque estos planes son autonómicos y no puede ser que haya habido Comunidades que hayan tardado seis meses en poner en marcha sus fondos.

P: ¿Se ha convertido el sector en una ratonera sin salida siendo España un desierto en cuanto a cargadores para eléctricos, por ejemplo pero con exigencias de fabricar y vender esa tecnología bajo la amenaza de multas? Y además se rescata un impuesto doble a los puntos de recarga...

R: Europa se está dando un tiro en el pie pretendiendo ser el adalid de la mejora medioambiental a través del vehículo eléctrico, sin hacer una transición con mucho cuidado para que el sector no sufra. Creo que una moratoria fiscal en el vehículo eléctrico es necesaria, tanto en el IVA de la compra como en la instalación de puntos de carga. El que esos coches no tengan ventajas fiscales, su precio sea más alto y además los cargadores los estén grabando impositivamente, no ayuda. Y lo que no ayuda hace que los clientes vayan a su zona de confort: comprar coche térmico.

P: ¿Crees que el bajón en la recaudación de entre 105 o 150 millones de euros motivará al Estado a implementar alguna medida?

R: Nosotros estimamos que se han dejado de vender unos 36.000 coches, que son muchos frente a los 44.000 que se han vendido. Si se valora eso en IVA, Impuesto de Matriculación, impuestos municipales... tienes los 105 millones de euros, una sangría fiscal importantísima. Tiene que servir de acicate porque los gestores públicos tienen que optimizar los procesos y pensar en cómo maximizar los ingresos.

P: ¿Y cómo se haría?

R: Con la moratoria fiscal que otros países han hecho. ¿Cómo puede ser que los países con fiscalidad parecida a la nuestra lo hagan y nosotros no? ¿Por qué tenemos que ser diferentes? Mientras en nuestro país las matriculaciones se desploman un 51%, en Francia la caída no llega al 6%, en Italia un 14%, y en Portugal un 28,5%. El mercado hubiera caído en cualquier caso un 30% o un 35% porque estamos en pandemia, pero del 35% al 51% hay muchos coches de diferencia.

P: ¿Cómo cree que va a terminar el mercado a final de año?

R: Pues estamos en un momento crítico para el automóvil. Según las previsiones de ANFAC, sería de 1.050.000 matriculaciones. Nosotros pensamos que se va a quedar en 900.000. Si el mercado sigue como en este comienzo, acabaríamos con entre 600.000 y 650.000 coches vendidos, como en el momento más bajo de la crisis anterior. Entonces perdimos 50.000 empleos sólo en distribución. Por eso el llamamiento es en nombre de las 161.500 personas que forman la distribución. Ni siquiera de los empresarios, sino de la gente que representamos, que hoy ve peligrar su puesto de trabajo, para que se pongan las medidas necesarias para incentivar un mercado que no es sostenible.

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