Según informaron a Europa Press en fuentes de la compañía, Heineken no compite ni con Praxair ni con Carburos Metálicos, por lo que "no ha podido llegar a acuerdos con estos operadores" sobre fijación de precios, reparto de mercados o intercambio de información contrarios a la normativa de competencia.
Desde Heineken explicaron que la empresa cervecera decidió abandonar el mercado de producción y distribución de gas carbónico en el canal de la hostelería en 2007 y que, desde entonces, su participación en este mercado "se limita exclusivamente a recomendar determinados proveedores de gas carbónico a sus clientes, distribuidores o puntos de venta".
El objetivo de estas recomendaciones, según las mismas fuentes, se centra en intentar que el suministro de gas carbónico "les llegue en las mejores condiciones de calidad y precio", dado que este gas se mezcla con la cerveza de barril en el momento de ser servida.
"Heineken nunca impone a sus distribuidores o clientes el proveedor de gas carbónico con el que tienen que contratar, y estos tienen total libertad para aprovisionarse de cualquier operador", recalcaron desde el grupo.
La cervecera confió en que la investigación de la CNC aclare que "no ha existido ningún tipo de práctica anticompetitiva" en un mercado en el que no tiene intereses directos "más allá de asegurar la calidad del producto".