En estos momentos la compañía estadounidense cuenta con un total de 127.000 trabajadores en todo el mundo, de los que 60.000 forman parte de la división de dispositivos médicos.
Mediante esta reestructuración, Johnson & Johnson planea ahorrar entre 800 y 1.000 millones de dólares (entre 735 y 920 millones de euros) en costes hacia 2018, de los que unos 200 millones de dólares (185 millones de euros) se ahorrarían en el ejercicio fiscal de 2016.
La compañía ha indicado que este ahorro proporcionará una "flexibilidad añadida" y recursos para invertir en "nuevas oportunidades de crecimiento y soluciones innovadoras tanto para los clientes como los pacientes".
El presidente de Johnson and Johnson, Gary Pruden, ha afirmado que el proceso de reestructuración tiene como objetivo hacer "evolucionar" las ofertas de la compañía, su estructura y distribución, además de "aumentar la inversión en innovación".
"Estas acciones reconocen las necesidades cambiantes del mercado global de dispositivos médicos y dará más valor a los clientes, incrementando nuestra ventaja competitiva e impulsar el crecimiento y rentabilidad de nuestro negocio", ha subrayado.