Latinoamérica afronta mejor la crisis global, pero proliferan los planes de contingencia

AGENCIA EFE 23/03/2009 16:36

Este será el centro del debate de la 50 Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que se celebrará en la ciudad colombiana de Medellín esta semana.

Consciente de que su economía está fuertemente ligada a la estadounidense, el Gobierno mexicano ha aprobado una serie de medidas, como ayudas directas por más de 3.300 millones de dólares, congelación de los precios de la gasolina, seguros al desempleo y apoyo a la vivienda.

La economía de México se contraerá en 2009 entre un 0,8 y 1,8 por ciento, motivo por el que el Ejecutivo ha anunciado una inyección de 149,2 millones de dólares para que las empresas más vulnerables no recurran a los despidos masivos.

Argentina también ha recibido ya el impacto de la crisis con la aparición de suspensiones de pago y despidos, con una actividad industrial resentida y una previsión de caída en los ingresos del Fisco, que serán menores a lo fijado en el Presupuesto Nacional, lo contrario a lo que ha venido ocurriendo desde 2003.

Aún así, las cuentas fiscales están fuertes, debido a un superávit del Tesoro histórico, lo que le permite afrontar la crisis en mejores condiciones que a comienzos de la década pasada.

Pero los azotes políticos derivados, por ejemplo, del conflicto que mantiene la presidenta Cristina Fernández con el sector agropecuario, son el peor enemigo, advierten los economistas.

En el vecino Brasil, el azote global ha mostrado su faceta más dura en el sector industrial, que ha respondido con miles de despidos, por lo que el Gobierno inyectó liquidez al sector financiero y redujo impuestos para fomentar el consumo.

Las autoridades han descartado la recesión, pero el crecimiento económico para este año puede ser marginal.

En cuanto a Venezuela, el Gobierno de Hugo Chávez anunció este sábado un recorte de 6,7% en el presupuesto fiscal de este año y subió el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 9% a 12% para encarar la crisis económica y el descenso del precio del crudo.

El barril de crudo venezolano se sitúa en torno a los 36 dólares, frente a los 60 a los que se había calculado originalmente en el presupuesto nacional, al que el petróleo aporta casi el 50 por ciento de los ingresos.

En Chile, la economía latinoamericana más abierta, se han implementado medidas para estimular la producción y defender el empleo: rebajas tributarias, subsidios a la contratación, inyección de liquidez a la banca y bonos para los más pobres.

Todo ello por una inversión superior a 4.000 millones de dólares, que se financiará con los fondos creados con excedentes del cobre, provenientes del alto precio que alcanzó el metal en los últimos años y que acumulan más de 2.000 millones de dólares.

De acuerdo al ministro de Hacienda, Andrés Velasco, la economía chilena es una mesa "apoyada en cuatro patas muy firmes" que le permitirán soportar los efectos de la crisis.

Mientras las autoridades vaticinan un crecimiento del PIB para 2009 del 2 al 3 por ciento, los expertos hablan de una caída del 0,5 por ciento o una variación nula, aunque todos coinciden en que en 2010 Chile volverá a crecer por encima del tres por ciento.

Mientras Bolivia confía en sus reservas y Ecuador restringe las importaciones y solicita financiación a países amigos, como Venezuela, Irán, China o Rusia, Uruguay cree que el verdadero impacto llegará en 2010 y los centroamericanos se sienten ahogados por la caída de las remesas que envían los emigrantes.

En este contexto, Perú y Colombia se presentan como los países latinoamericanos con mejores condiciones para afrontar los vaivenes económicos mundiales.

Perú crecerá en torno al cinco por ciento este año, más que ningún otro país de Latinoamérica. El Gobierno presentó un plan anticrisis de unos 3.200 millones de dólares para mantener el gasto público y privado.

Con la vista puesta en la inflación, el Ejecutivo peruano busca acelerar al máximo el gasto en infraestructura pública, contando con que otros sectores, como la minería y el textil, están abocados a una caída.

Colombia, con una proyección de crecimiento del tres por ciento, aprovechará su posición de anfitrión en la Asamblea del BID para buscar más inversiones.

Goza de un sistema financiero saneado y una mejora de los balances fiscales, por lo que el ministro de Hacienda, Oscar Iván Zuluaga, dijo que "Colombia concluirá el año con un crecimiento inferior a años anteriores, pero superará el promedio mundial".