"Se acordó que los líderes políticos van a comenzar a discutir otra vez la Ronda de Doha, que se había parado a finales del año pasado", afirmó hoy el jefe de Estado brasileño en su programa semanal de radio.
"Todos percibieron que será posible darle una ayuda muy grande a los países más pobres si llegamos a un acuerdo comercial", agregó el mandatario brasileño al referirse a la ronda de negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que busca abrir los mercados agrícolas.
Lula fue uno de los protagonistas de la Cumbre del Grupo de los 20 (G20), que reunió la semana pasada en Londres a los jefes de Gobierno o de Estado de los países más ricos del mundo y de varios de los mayores emergentes, como Brasil.
"Por primera vez desde que soy presidente de Brasil participo en una reunión en que todos los presidentes demostraron madurez para lidiar con un problema", aseguró el gobernante brasileño.
En su opinión, pese a que la crisis afecta principalmente a los países más ricos, sus efectos se extienden a todo el mundo.
"Hubo un momento en que dije que los países emergentes no estábamos apenas necesitando de la ayuda de los países ricos y que lo que queremos es que los países ricos resuelva sus propias crisis para que todos podamos volver a la normalidad", dijo.
"Lo concreto es que tenemos una crisis estadounidense de gran profundidad, una crisis europea de gran profundidad y una crisis asiática de gran profundidad y, en la medida en que esos países son los más ricos, tienen más crédito y son lo que más consumen, cuando la economía de ellos se para, se para toda la economía mundial", explicó.
Lula destacó que todos los líderes demostraron una gran voluntad política para intentar resolver los problemas y se mostraron muy preocupados con la crisis, lo que permitió que el documento final fuera aprobado por consenso.
"Fue un paso muy importante para que los países que están en peor situación puedan volver a crecer en 2010. La prioridad ahora es frenar la crisis para que después podemos hacer que la economía vuelva a crecer", dijo.
El presidente brasileño dijo que algunas de las decisiones del G20 tendrán resultados prácticos a corto plazo.
Mencionó especialmente la decisión de fortalecer las instituciones multilaterales de financiación, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), para que puedan financiar a los países emergentes sin las exigencias de la década de los ochenta.
Agregó que todos los líderes también se mostraron convencidos de la necesidad de restablecer el crédito tanto interno como externo, y por eso acordaron crear líneas de crédito para financiar el comercio internacional.
Lula aprovechó su programa de radio para referirse también a la Cumbre de gobernantes de los países árabes y suramericanos, que se celebró en Doha igualmente la semana pasada.
Aseguró que este tipo de reunión tiene gran importancia para estrechar las relaciones y promover el comercio.
"En 2004 América Latina tenía un flujo comercial con el mundo árabe de 11.000 millones de dólares anuales y hoy son 30.000 millones de dólares", dijo.
"En agosto tendremos una reunión entre los presidentes de los países africanos y de los países suramericanos en Caracas para que podamos aproximarnos y hacer que el comercio fluya con mayor rapidez, y eso permitirá que seamos menos dependientes de los bloques ricos", dijo.