La visita de Merkel a Rüsselheim, central de la filial alemana y europea de GM, estaba programada "desde el año pasado", indicó el portavoz del Gobierno alemán, Ulrich Wilhelm, así como también que la canciller hablara con su dirección y con el comité de empresa.
La crisis del grupo y la decisión "en los próximos días" -en palabras de Wilhelm- de Obama respecto a un plan de rescate para ese consorcio darán a la cita una relevancia especial para el futuro de la filial alemana.
El Gobierno de Berlín adoptará su decisión respecto a Opel "en estrecha coordinación" con Washington, indicó Wilhelm, y en su intervención en Rüsselheim Merkel abordará la situación "en función de lo que para entonces se conozca" de los planes respecto a GM.
Merkel y Obama trataron ya anoche sobre el futuro de GM y su filial alemana y europea en una videoconferencia.
La conversación se prolongó durante unos 40 minutos, indicó Wilhelm, y en ella se abordaron en primera línea los preparativos para las próximas cumbres del G20 y la OTAN, la semana próxima, en la que será la primera gira de Obama como presidente por Europa.
Antes de hablar con Merkel, el mandatario estadounidense anunció en otra videoconferencia con ciudadanos de EEUU el plan de rescate para la industria del automóvil en su país "en los próximos días".
La prensa norteamericana especula con la posibilidad de que el gobierno de Washington conceda, bajo estrictas condiciones, nuevas ayudas estatales a GM y Chrysler, ambos amenazados de quiebra.
El gobierno de Merkel ha rechazado hasta ahora participar en las ayudas que pide GM, a la espera de que el consorcio presente su plan de reestructuración del grupo y la eventual separación de Opel de la central norteamericana.
Algunos estados federados alemanes donde la histórica empresa tiene factorías estudian, en cambio, una posible participación en su capital.
Según una encuesta de la televisión pública alemana ZDF, una 52 por ciento de los ciudadanos rechaza la participación estatal en Opel, frente a un 41 por ciento que la aprueba.