La subida de algunos bancos y grandes valores como Repsol YPF permitió al selectivo moderar los descensos al cierre. Así, Banco Sabadell avanzó un 2,17%, seguido de Banco Popular (+2,11%), CaixaBank (+2,03%) y Bankinter (+1,75%). La petrolera cerró con unas ganancias del 0,89%.
Por el contrario, los descensos correspondieron a Ferrovial (-4,73%), ACS (-2,43%), REE (-2,18%), IAG (-1,85%), Telefónica (-1,36%), BBVA (-1%) y Banco Santander (-0,33%).
El Ibex intentó hasta el último momento cerrar en positivo, pero el pánico que ha dominado a los inversores durante toda la jornada ganó la batalla. El selectivo abrió con avances, aupado por la compra de bonos españoles e italianos, pero se desinfló por las dudas sobre la economía, el temor al mensaje de la Fed norteamericana y el miedo a un nuevo batacazo en Wall Street.
A juicio de los analistas, un nuevo plan Q3 pondría de manifiesto que la situación económica de Estados Unidos es más complicada de lo previsto, y puede poner en riesgo de nuevo la calificación crediticia del país, después de que S&P la rebajase el pasado sábado.
En Europa, Fráncfort y Londres han llegado a registrar caídas superiores al 4%. Sin embargo, Alemania ha liderado la sangría con pérdidas de hasta el 7%. Todo a pesar de que el presidente del BCE ha confirmado la intervención de la entidad en los mercados secundarios de deuda y asegura que el instituto emisor seguirá comprando bonos, aunque estas medidas no deben se excusa para demorar la aplicación de lo acordado el 21 de julio por los líderes europeos.
La caída de Wall Street en la jornada del lunes también lastró a las bolsas asiáticas, que han cerrado con fuertes descensos. La oleada bajista de todas las bolsas internacionales continúa hundiendo este martes a los principales índices europeos, que cotizan a la baja el temor de los inversores ante una nueva caída de la economía global.
En España, el Ibex 35 perdió ayer un 2,44%, su nivel más bajo desde abril de 2009, a pesar de la euforia con la que inicio la jornada, tras ladecisión de Banco Central Europeo (BCE) de comprar deuda española e italiana.