Miles de trabajadores del sector del metal de Pontevedra dificultan la actividad de Citroen

AGENCIA EFE 12/06/2009 08:30

La protesta de hoy, en la que estaban llamados a la huelga general del sector unos 40.000 trabajadores, comenzó con piquetes informativos en los accesos a la planta automovilística viguesa.

Fuentes sindicales explicaron a que Efe que la presencia de esos piquetes hizo que el turno de las 6:00 horas no pudiera empezar hasta las 9:00 horas.

Desde la propia factoría confirmaron a Efe que se estuvo trabajando durante la jornada de mañana con "cierta dificultad", debido al retraso de algunos trabajadores y de los suministros a causa de esos piquetes informativos situados a la entrada de la fábrica, donde también estuvo desplegado un dispositivo policial.

PSA Peugeto Citroen de Vigo admitió que algunos empleados no han acudido hoy a trabajar, aunque el seguimiento del paro, para la planta viguesa, es "mínimo".

Los representantes sindicales reconocieron que como el conflicto laboral se avecina largo, tras la ruptura de la negociación entre los sindicatos y los empresarios después de una reunión maratoniana de más de 34 horas, se plantearán un cambio de estrategia, en cuanto a movilizaciones se refiere.

Esta modificación de las protestas habituales responde a que los representantes sindicales creen que sería un "desastre", dijo un portavoz de CIG, Antolín Alcántara, que los trabajadores por estar en huelga indefinida pierdan dinero continuamente.

Pese a que no concretaron esa nueva fórmula, aseguraron que tiene que hacerse, porque los sueldos de los trabajadores comienzan a estar "tocados".

Los momentos más tensos de esta octava jornada de huelga, ya indefinida, se registraron desde las 12:30 a las 14:30 horas, franja en la que miles de trabajadores se agolparon en los alrededores de la fábrica automovilística viguesa para tratar de dificultar los cambios de turnos.

Sin embargo, a diferencia de las anteriores semanas, no se produjeron enfrentamientos entre los manifestantes con las Fuerzas de Orden Público.

La presencia policial se mantuvo durante toda la mañana en los accesos a la fábrica, donde llegaron a concentrarse hasta una treintena de furgones policiales y decenas de agentes policiales.

Los huelguistas concentrados ante Citroen gritaron "esquiroles" a todos los trabajadores de la fábrica que entraban o salían, aunque, en ningún momento hubo ni agresiones ni peligro para nadie.

La anécdota de la jornada la puso un participante de la protesta que se puso a tocar un tambor al lado de un cordón policial y decenas de trabajadores del metal se pusieron a bailar. Incluso uno de los huelguistas llegó a desnudarse a son del tambor.

Previamente, en la asamblea informativa celebrada en la Praza do Rei, el responsable de UGT, Diego Atanes, culpó a la patronal de ser los únicos responsables de la ruptura de la negociación y llamó a los empresarios "vándalos" por seguir "enquistando" la situación.

En la misma línea se mostró el portavoz de CCOO, Ramón Sarmiento, quien anunció "más presión" por parte de los trabajadores y aseguró a los empresarios que tarde o temprano "habrá acuerdo", por lo que, pidió a los mediadores que sigan convocando a las partes, porque los sindicatos siempre estarán disponibles.

Desde CIG, Miguel Anxo Malvido indicó que la jornada de huelga general de todo el sector fue un "éxito" y que, pese a que en PSA Peugeot Citroën no se consiguieron los objetivos previstos, sí que provocaron problemas en la producción.

La negociación del convenio colectivo, que en la provincia de Pontevedra afecta a 27.000 trabajadores está rota, por la subida salarial, que es el principal escollo del proceso negociador, ya que los sindicatos piden un 4,5 y un 4 por ciento para dos años, mientras que los empresarios ofrecen un 1,9 y el IPC real.