La decisión responde a la "preocupación" de Moody's acerca de la posibilidad de que el programa de desinversiones y de refinanciación de Repsol no se ejecute a tiempo para lograr que la petrolera se desvincule de los riesgos soberanos que afectan a España.
La agencia advierte de los "múltiples canales de contagio existentes entre el bono soberano de España y los emisores corporativos de deuda en el país" y considera que cualquier decisión acerca del 'rating' del país elevará los riesgos sobre la estrategia iniciada por Repsol tras la expropiación de YPF.
La petrolera española trabaja en la actualidad en reducir su deuda y conservar el flujo de caja, si bien el deterioro de la situación económica en España podría deteriorar las condiciones de los mercados de capital y de las entidades financieras, lo que a su vez reduciría la capacidad de Repsol para lograr liquidez y renovar sus líneas crediticias.
En todo caso, Moody's también valora positivamente la diversificación de las fuentes de financiación de Repsol y su capacidad para mantener sus líneas crediticias con los bancos internacionales.