En concreto, el nuevo informe de la agencia estadounidense modifica su perspectiva de 'positiva' a 'estable', al considerar que el crecimiento del beneficio operativo del sector retrocederá previsiblemente desde el 7% a entre el 4,5% y el 5,5% en los próximos doce a 18 meses.
Moody's ha afirmado que dicha revisión refleja la posibilidad de que los consumidores puedan frenar el gasto en tabaco, lo que conlleva menores ventas de cigarrillos o un cambio a productos más baratos.
Además, la agencia de calificación ha señalado que la presión regulatoria se ha incrementado, un aspecto que también puede incidir en el consumo, al tiempo que se ha referido a los cambios recientes en el sector como la prohibición de fumar en Rusia, el empaquetado genérico en Australia y la prohibición de la exhibición en el Reino Unido.
Si bien estos cambios han tenido un impacto mínimo en forma individual, Moody's prevé que, en conjunto, estas variaciones darán lugar a un ritmo acelerado de la disminución del consumo de tabaco en los próximos doce o dieciocho meses, sobre todo en Rusia.
Por otra parte, la agencia ha subrayado que el nuevo cigarrillo electrónico podría representar una amenaza creciente para la competitividad de los fabricantes europeos de tabaco.
Moody's espera que los operadores sigan elevando los precios en un porcentaje superior al del descenso del volumen, que los consumidores de mercados emergentes continuén incrementando su interés por las marcas 'premium' y que las compañías sigan aumentando la eficiencia.