Moody's señala, aunque las operaciones de Abengoa en España son "relativamente pequeñas" en términos de contribución a los ingresos del grupo, la rebaja del rating de España es un hecho negativo para la calificación crediticia debido a los múltiples canales de contagio que existen entre los emisores soberanos y empresariales con sede en el país.
Entre estos canales de contagio, la agencia cita la contracción de la actividad económica por las medidas de austeridad del gobierno y, lo que es más importante para Abengoa, la posibilidad de nuevos recortes en el apoyo público a las energías renovables.
En este contexto, también apunta que podrían podría sufrir limitaciones en su liquidez y costes de financiación más elevados como consecuencia de la menor confianza de los inversores y la menor disponibilidad de crédito.
Asimismo, también tendrá en cuenta el "relativamente elevado apalancamiento del grupo", que combinado con cierta dependencia de los mercados españoles, podría complicar el acceso al mercados y añadir presión a la refinanciación de 200 millones de bonos convertibles que vencen en julio de 2014 y 300 millones de bonos ordinarios que vencen en febrero de 2015.
Moody's señala que podría mantener el rating si su volumen de negocio y su rentabilidad resisten a la debilidad de España y a los cambios en el régimen fiscal y regulatorio o si considera que su flexibilidad financiera es sólida.
Por el contrario, rebajará la nota si se comprueba su vulnerabilidad al deterioro del entorno económico en España o sus preocupaciones sobre el acceso a medio plazo de financiación para su amplio programa de inversiones.