Fuentes del banco que preside José María Castellano han explicado a Europa Press que confirman que esta red de oficinas --son 120, con 640 trabajadores-- "ha despertado el interés de varios operadores", por lo que la entidad está dispuesta a estudiar su venta.
EVO Banco, sostienen, es "un ejemplo de reconversión" y de cómo pasar de una red sobredimensionada "y con problemas" a un modelo que "está dando buenos resultados comerciales" y con aceptación entre la clientela, después de "sufrir un durísimo ajuste de oficinas y de empleados".
Esta fue una de las apuestas lanzadas por el nuevo equipo gestor tras el fichaje como consejero delegado de César González-Bueno. De este modo, la red de oficinas fuera de las áreas en las que las antiguas cajas gallegas tenían una mayor influencia ha pasado a enfocarse hacia un servicio no presencial y a través de nuevas tecnologías, aunque con apoyo de profesionales en las oficinas.
Este posible movimiento forma parte del proceso de "reprivatización" que el banco gallego emprenderá si se aprueba su plan de recapitalización, que está siendo aún negociado con el Banco de España, el FROB y la Unión Europea. La evaluación de Oliver Wyman detectó unas necesidades de capital de más de 7.100 millones de euros en un escenario adverso.