Orange remite a Bruselas ciertos compromisos que estaría dispuesta a asumir si aprueba la compra de Jazztel

EUROPA PRESS 18/11/2014 12:38

En caso de que la Comisión Europea decidiera asumir el análisis de la concentración y aceptara los compromisos asumidos por Orange, sin imponer sus propias condiciones, la operación no requeriría pasar a una nueva fase de análisis.

Fuentes de Orange consultadas por Europa Press no han querido realizar ningún comentario respecto a esta información ni desvelar de qué compromisos se trata.

Según el diario 'El Pais', que adelanta esta información, se trataría de garantías para que no se cree ningún tipo de abuso de posición dominante en los mercados en donde opera y, en particular, en los de banda ancha fija, tanto minorista como mayorista, ni se produzca una distorsión de las tarifas que afecte negativamente al consumidor.

El regulador de la competencia de la Comisión Europea había fijado inicialmente para el 20 de noviembre la fecha límite provisional para decidir sobre la oferta de Orange para comprar Jazztel. No obstante, tras recibir la petición de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para el reenvío del caso a España, decidió alargar este plazo hasta el 4 de diciembre.

La aprobación en primera 'fase', que tiene lugar cuando la concentración no plantea serias dudas acerca de su compatibilidad con el mercado común, se produce dentro de los 25 días siguientes a la recepción de la notificiación.

No obstante, se amplía a 35 días laborales cuando un Estado miembro haya presentado una petición para el reenvío del caso, como es el caso, o cuando las empresas ofrezcan compromisos.

Se trata en cualquier caso de plazos máximos, por lo que Bruselas podría pronunciarse antes sobre el expediente y no apurar la fecha límite. Además, en este plazo la Comisión Europea podría decidir reenviar el expediente a España, con lo que el análisis dependería de la CNMC.

LA CNMC SOLICITÓ EL REENVÍO DEL CASO A ESPAÑA

A pesar de que por el volumen de negocio la operación tiene dimensión comunitaria, el pasado 5 de noviembre, la CNMC solicitó a Bruselas el análisis de la operación al considerar que, de culminar la misma, el sector de las telecomunicaciones pasaría a estar controlado por tres compañías de telecomunicaciones, toda vez que Vodafone se hizo recientemente con el operador de cable Ono, en lugar de las cuatro compañías con peso de mercado que operan actualmente en el sector.

Del mismo modo, el organismo presidido por José María Marín Quemada esgrimía en su petición a Bruselas que con esta concentración, dependiendo de en qué mercados, estas compañías coparían cuotas de mercado de más de un 90%. La CNMC es la encargada actualmente de abordar la compra de Canal+ por parte de Telefónica y de analizar los mercados de banda ancha, donde Orange y Jazztel juegan un papel importante.

Si se atiende a algunas operaciones similares, como la compra de E-Plus por parte de Telefónica, los organismos de Competencia alemanes solicitaron a Bruselas el análisis de dicha operación, pero esta petición fue denegada.

Otros casos donde también se solicitó el estudio de una operación de compra por parte de los países afectados fue en Austria, con la compra de Orange Austria por parte de Hutchison 3G, o en Holanda, con la compra por parte de la estadounidense Liberty Global de Ziggo. En ambos casos, el análisis de la operación se mantuvo en manos de la Comisión Europea.

EN SEGUNDA FASE

En caso de que Bruselas decidiera aceptar el reenvío del caso a España, los plazos se verían modificados, lo que podría suponer un ralentización del proceso. Paralelamente, la Comisión Nacional del Mercado de Valores está analizando la oferta de adquisición pública de Orange sobre la cotizada Jazztel.

Aun siendo Bruselas la encargada del análisis, si el organismo de competencia comunitario considerara que la concentración plantea "serias dudas" acerca de la compatibilidad con el mercado común, la concentración pasaría a segunda fase y los plazos se podrían alargar hasta en 125 días laborables.

Recientemente, el regulador comunitario de competencia analizó la operación de compra de Ono por parte de Vodafone. En este caso, la Comisión Europea aprobó la adquisición en 'primera fase' y sin condiciones.