En concreto, las empresas condenadas son un total de ocho, que dieron de alta a un total de 462 trabajadores durante ese periodo y estaban ubicadas en la Carretera Nacional 536 del término municipal de Carucedo, en la Comarca del Bierzo, al Noroeste de la provincia de León.
Según la sentencia, los acusados, con "evidente ánimo de lucro y con intención de defraudar a la Seguridad Social", constituyeron un entramado o red de diversas sociedades instrumentales y se sirvieron de otras constituidas -todas ellas del negocio de la pizarra- con el fin de operar en el tráfico mercantil dando de alta a trabajadores sin su consentimiento y sin abonar las cuotas a la Seguridad Social.
El modus operandi de las sociedades implicadas, vista la evolución anual de la deuda generada por las empresas originarias, consistía en sucederse una a otras, de tal manera que cuando una sociedad alcanzaba una deuda importante, dejaba de operar o disminuía su funcionamiento y plantilla y era sustituida por otra. Cabe destacar que algunas de estas empresas fueron constituidas el mismo día, por las mismas personas y para dedicarse a una actividad idéntica.
Los condenados utilizaron a tal fin a personas interpuestas para tratar de ocultar la identidad de los verdaderos responsables, sujetos carentes de conocimientos propios del negocio que consintieron a cambio de obtener beneficios de distinta índole, como estar de alta en sociedades para obtener beneficios sociales o contraprestaciones en dinero y bienes.