"Una vez que la alianza se materialice, el consejo de administración de Chrysler será nombrado por el Gobierno de EE.UU. y Fiat. La mayoría de los consejeros serán independientes (ni empleados de Chrysler ni de Fiat)", afirmó Nardelli en la carta, dada a conocer hoy.
"El consejo tendrá la responsabilidad de nombrar un presidente. El consejo también elegirá un consejero delegado en concurrencia con Fiat", añadió el ejecutivo de la empresa estadounidense.
Nardelli también dijo que Chrysler "tiene que solicitar más sacrificios" a sus empleados en Estados Unidos, después de que el Gobierno estadounidense rechazó el pasado 17 de febrero su plan de reestructuración.
Con respecto a las negociaciones en marcha en Canadá con el sindicato Canadian Auto Workers (CAW), Nardelli dijo que "desafortunadamente no se ha llegado a un acuerdo sobre concesiones" solicitadas por el Gobierno canadiense.
"CAW no ha querido seguir los términos del préstamo del Gobierno canadiense que exige que el sindicato" iguale los costes laborales de las empresas asiáticas en Canadá.
"Este asunto es también crítico. Sin una solución, la alianza con Fiat y nuestra viabilidad están en peligro", añadió el ejecutivo.