La presión del mercado y las ausencias marcan la negociación del rescate luso

AGENCIA EFE 18/04/2011 12:34

El equipo conjunto enviado a Lisboa por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) inició hoy esta nueva fase de las negociaciones con un encuentro con el ministro de Finanzas luso, Fernando Teixeira dos Santos, y con el gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa.

Sin embargo, las reuniones con los representantes de los tres partidos de izquierda de Portugal, previstas también para hoy, fueron suspendidas porque todos ellos rehusaron participar en esta negociación de la ayuda externa al considerarla perjudicial para los intereses del país.

Marxistas, comunistas y ecologistas, que juntos representan 31 de los 230 escaños del Parlamento luso, han rechazado desde el principio de esta crisis la adopción de nuevos recortes, medidas de ajuste que presumiblemente deberán ser aplicadas por Portugal como contrapartida por la ayuda financiera.

Esta decisión, sin embargo, es contraria a los planes del equipo de la CE, el BCE y el FMI, conocido también como la troika, que esperaba reunirse con los seis grupos políticos con presencia en el Parlamento.

Un portavoz de la CE explicó hoy a Efe que el objetivo de estos encuentros es el de "oír a todos los partidos políticos y todos los agentes sociales" para saber de primera mano "cuáles son las propuestas de cada uno" para resolver los problemas económicos que acechan al país luso.

Para este martes y miércoles están previstas reuniones con sindicatos y patronales, mientras que las entrevistas con los tres partidos restantes (socialistas, socialdemócratas y democristianos) todavía están pendientes de concretar.

Después de estas conversaciones, la troika se reunirá con el Gobierno portugués, con el que negociará los términos del rescate financiero, estimado en cerca de 80.000 millones de euros para los próximos tres años, y las reformas que debe acometer el país a cambio de su ayuda.

El equipo conjunto de Bruselas y el FMI emitirá entonces una "recomendación" que será llevado al Ecofin, órgano comunitario en el que están representados los ministros de Economía de los 27 países miembros de la Unión Europea (UE).

Estas mismas fuentes recordaron que los trabajos realizados por la troika la semana pasada fueron de tipo "técnico", centrados en el análisis de las cuentas lusas y sus necesidades financieras.

El primer día de las conversaciones a nivel político también tuvieron como protagonista, una vez más, a los mercados, debido a la asfixiante presión que ejercen sobre la deuda soberana de Portugal, incesante desde hace más de seis meses.

Los intereses que penalizan los títulos de deuda lusa a dos y cinco años volvieron a batir máximos históricos -por encima del 10 por ciento ambos- en el mercado secundario, lo que refleja que las dudas entre los inversores sobre la situación económica del país no han remitido pese a la solicitud de ayuda.

Esta presión dificulta y encarece el acceso a liquidez de Portugal, que precisamente vuelve este miércoles al mercado primario para intentar colocar 1.750 millones de euros en dos líneas de deuda a corto plazo.

Tampoco fue mejor la jornada en el terreno bursátil, ya que el principal índice lisboeta, el PSI-20, sufrió su caída más pronunciada desde enero al desplomarse un 2,35 por ciento, con todas las compañías en negativo y en la misma línea que el resto de Bolsas de Europa.

La negociación de los términos exactos en que se llevará a cabo el rescate financiero de Portugal se produce en un ambiente de precampaña electoral en el país luso y con el Gobierno socialista del primer ministro José Sócrates ejerciendo en funciones desde que presentara su dimisión, el pasado 23 de marzo.

Las encuestas dan como favorito al líder opositor, el socialdemócrata Pedro Passos Coelho, quien hoy mismo volvió a poner en duda las cifras económicas facilitadas por el Gobierno y le criticó por haber tardado tanto en solicitar la ayuda externa.