Este desequilibrio presupuestario, que no tiene en cuenta las intervenciones en el sector financiero y eleva la ratio de deuda pública hasta el 65,7% del PIB de Reino Unido, complica los planes del Ejecutivo británico de cerrar el ejercicio fiscal con un déficit presupuestario de 120.000 millones de libras (150.000 millones de euros).
Entre las causas que explicarían este mayor recurso al endeudamiento por parte de la Administración estaría la caída del 0,8% de la recaudación fiscal, con un descenso del 19,3% de los ingresos por el impuesto de sociedades, mientras que el gasto público aumentó un 5,1%.
Asimismo, en los cuatro primeros meses del ejercicio fiscal, que comienza en abril, el endeudamiento del Gobierno británico alcanzó los 44.900 millones de libras (56.125 millones de euros), un 26,2% más que en el mismo periodo del ejercicio precedente.