Así, principal indicador de la bolsa española, el Ibex-35, ganó 18,20 puntos, equivalentes al 0,23 por ciento, hasta 7.861,40 puntos. Las pérdidas acumuladas en el transcurso del año se sitúan en el 14,51 por ciento.
En Europa, con el euro a 1,253 dólares, las principales plazas cayeron: Milán, el 0,87 por ciento; Londres, el 0,68 por ciento; Fráncfort, el 0,28 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 0,07 por ciento, y París, el 0,04 por ciento.
Después de la caída del 3,8 por ciento de Wall Street en la sesión anterior, la bolsa española comenzó la sesión con pequeñas ganancias.
Después de dos días de sangrado, la banca -se conocieron los malos resultados ING (perdió 3.710 millones el año pasado) y se dio buena acogida a Societe Generale (ganó 2.010 millones) y Commerzbank (ganó 3 millones, el 99,8 por ciento menos)- ayudaba al mercado a superar el nivel de 7.900 puntos.
Con la confirmación de que España entraba en recesión las ganancias se iban esfumando y a las diez de la mañana la bolsa bajaba hasta 7.800 puntos arrastrada por la banca.
Mientras se aprobaba la ley de nacionalización bancaria alemana, el BCE señalaba que los planes de estímulo en el Viejo Continente surtirán efecto a final de año y la OCDE decía que el PIB de la zona cayó el 1,5 por ciento en cuarto trimestre, el mayor descenso desde 1960, el mercado afianzaba los 7.800 puntos e intentaba recuperar el precio de cierre del martes.
Antes de la apertura de Wall Street y gracias al buen comportamiento de los futuros estadounidenses, la bolsa española, con la ayuda de los grandes bancos, abandonaba las pérdidas e intentaba superar nuevamente el nivel de 7.900 puntos.
El alza inicial de Wall Street, pendiente de conocer detalles sobre el plan de rescate hipotecario, se producía a pesar del descenso del 16,8 por ciento de las viviendas iniciadas, de la caída del 1,8 por ciento de la producción industrial y del recorte del 1,1 por ciento de los precios de importación estadounidenses en enero.
El cambio de tendencia de Wall Street media hora después de la apertura, que llegó a caer cerca del 1 por ciento, trajo nuevamente las pérdidas a la bolsa nacional.
En este ambiente volátil, los primeros detalles del plan hipotecarios, con nuevas ayudas para Fannie Mae y Freddie Mac y para refinanciar hipotecas a las familias, por un importe de 275.000 millones de dólares, animaban a la bolsa.
Wall Street registraba pequeñas ganancias al cierre nacional gracias al empuje del sector tecnológico y a la caída del petróleo -el Brent caía a 40 dólares por barril-.
Los grandes bancos encabezaron las ganancias del Ibex, ya que, después de las caídas recientes, BBVA ocupó el primer puesto con una subida del 3,31 por ciento, en tanto que Banco Santander -tercera plaza del Ibex- ganó el 1,95 por ciento.
Por su parte, Repsol ganó el 0,75 por ciento, mientras que Iberdrola padeció la recogida de los beneficios logrados ayer tras presentar resultados y bajó el 2,17 por ciento, en tanto que Telefónica, afectada por un informe negativo, cedió el 0,71 por ciento.
De las compañías del Ibex con ganancias, Grifols se situó en medio de los grandes bancos con un alza del 2,15 por ciento, mientras que el cuarto lugar correspondió a Iberia, que subió el 1,58 por ciento tras confirmarse la fusión entre Vueling y Clickair, en tanto que Endesa ganó el 1,41 por ciento.
Telecinco lideró las pérdidas del Ibex al bajar el 3,97 por ciento, seguida de Gamesa, que bajó el 3,88 por ciento, en tanto que Mapfre cayó el 2,42 por ciento y Técnicas Reunidas, el 2,36 por ciento.
En el mercado continuo destacó la subida de Inmobiliaria Colonial, el 7,14 por ciento, mientras que Catalana Occidente encabezó las pérdidas al bajar el 7,83 por ciento.
La rentabilidad de la deuda española a largo plazo bajaba cinco centésimas y se situaba en el 4,19 por ciento, mientras que el efectivo negociado en el mercado continuo ascendió a 3.684 millones, de los que la mitad, más de 1.800, correspondían a operaciones efectuadas entre inversores institucionales.