Los compradores del inmueble son un grupo de familias latinoamericanas que, según Renta Corporación, han afrontado la operación sin necesidad de financiación hipotecaria.
Los nuevos propietarios prevén reconvertir el inmueble para que acoja viviendas de lujo. Se trata de un edificio de 5.100 metros cuadrados de superficie sobre rasante, repartidos en seis plantas que hasta ahora se dedicaban a espacio para oficinas.
Para ello, la inmobiliaria española se ha encargado de gestionar previamente el desalojo de la totalidad de inquilinos con que contaba el inmueble.
En un comunicado, Renta Corporación indica que la venta "refuerza su firme apuesta por dar viabilidad a la compañía y potenciar su negocio con operaciones de estas características".