La Reserva Federal predice una contracción en EE.UU. pese al estímulo fiscal

EFE 18/02/2009 18:36

La mayor economía del mundo se achicará entre un 0,5 y 1,3 por ciento en el 2009, de acuerdo con el banco central estadounidense, que en octubre pasado había mantenido la previsión de un posible crecimiento de hasta el 1,1 por ciento.

Con esa revisión, la "Fed" se sitúa más en línea con los analistas independientes, aunque aún se queda atrás de la contracción del 1,6 por ciento que augura el Fondo Monetario Internacional (FMI) para este año en Estados Unidos.

El banco central pronosticó además que el desempleo subirá a entre el 8,5 y el 8,8 por ciento, desde su nivel actual del 7,6 por ciento.

La recuperación sólo llegará en la segunda mitad del año y será "inusualmente gradual y prolongada", opinaron en su última reunión los miembros del Comité del Mercado Abierto de la Reserva, que fija la política monetaria del país, de acuerdo con las actas divulgadas hoy.

En lugar de aminorar el ritmo, la recesión se agravó en enero, a su juicio, y los datos publicados hoy ratificaron esa conclusión.

Los inicios de obra en Estados Unidos cayeron casi un 17 por ciento en enero, hasta su menor nivel registrado, mientras que la producción industrial disminuyó por sexta vez en siete meses.

El Gobierno se ha visto obligado a actuar y hoy el presidente Barack Obama anunció un plan para contener los desahucios al que dedicará 75.000 millones de dólares.

La Reserva, por su parte, opina que no hay señales de que el mercado inmobiliario "haya comenzado a estabilizarse" y algunos de sus miembros temen que la gangrena se extienda de la construcción de viviendas al sector de locales comerciales.

El Comité del Mercado Abierto de la Reserva tildó el plan de estímulo fiscal de casi 790.000 millones de dólares de Obama como "necesario", pero remarcó que no compensará el deterioro de la economía.

Para el resto del mundo sus pronósticos son también aciagos. Los miembros del comité se confesaron sorprendidos "por la rapidez y magnitud" del frenazo de la economía del planeta y dijeron que no prevén un repunte rápido.

En medio de este aluvión de tristeza, el presidente de la Reserva, Ben Bernanke, prometió hoy que la entidad hará "todo lo posible" para restablecer la estabilidad financiera y el crecimiento en Estados Unidos, que está en recesión desde diciembre de 2007.

Las tasas de interés ya están prácticamente en el 0 por ciento, por lo que la única herramienta que le queda son las intervenciones en los mercados.

"Tiempos extraordinarios requieren medidas extraordinarias", afirmó el presidente de la "Fed" en un discurso en el Club Nacional de la Prensa.

La Reserva Federal ha nacionalizado ya los dos gigantes inmobiliarios estadounidenses y la aseguradora American Internacional Group (AIG), adquiere pagarés de todo tipo de empresas y presta a bancos privados y a bancos centrales extranjeros.

Además, financiará la adquisición de préstamos de consumo e inmobiliarios, un programa que podría alcanzar el billón de dólares.

Esas medidas prácticamente han doblado la cartera de préstamos de la "Fed" hasta casi los dos billones de dólares.

El banco central financia esa expansión con la impresión adicional de dinero, lo que ha hecho temer a algunos inversores que la inflación se dispare una vez que el crédito se descongele.

Bernanke quiso calmar ese miedo en su discurso, en el que enfatizó que "relativamente rápido" la inyección de dinero en el sistema "puede ser revertida en el momento adecuado para evitar los riesgos de inflación futura".

El peligro inmediato es, en realidad, la deflación. "Prevemos que la inflación sea bastante baja durante algún tiempo", afirmó Bernanke, sin hablar de posibles disminuciones.

También hoy la Reserva Federal divulgó por primera vez sus pronósticos económicos a largo plazo para Estados Unidos, una medida que acerca al país a operar con una meta explícita de inflación, como hace el Banco Central Europeo (BCE), por ejemplo.

La "Fed" estimó la inflación a largo plazo en entre el 1,7 y el 2 por ciento, mientras que según sus pronósticos el crecimiento potencial del país será del 2,4 al 3 por ciento. Son cifras que ahora hacen la boca agua.