Esto era así porque aunque la rentabilidad del bono español subía hasta el 5,257 % desde el 5,244 % anterior, el rendimiento del bono alemán aumentaba en mayor medida, hasta el 3,442 %.
De la misma manera, las primas de riesgo de otros países periféricos de la Unión Europea se reducían un punto básico, hasta 927 el de Grecia y hasta 564 el de Irlanda.
El bono portugués aún no había marcado un primer precio a esta hora.
Los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) referentes a España abrían la jornada con un cambio de 212.500 dólares anuales para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares en bonos españoles a 10 años y eran los decimoterceros más caros del mundo en estos momentos.
En cuanto a los futuros, los que pronostican la evolución de la deuda europea bajaron hasta el 120,46 % y los que se contratan sobre la estadounidense parten hoy desde el 118,12 %.