Con este proyecto, el fabricante ferroviario español refuerza su posición y su negocio en el mercado asiático, uno de los de mayor potencial de crecimiento para el sector, y da un paso más en su internacionalización.
El contrato de Kazajstán sucede al que Talgo firmó el pasado año en este país para el mantenimiento de una flota de trenes durante quince años, un proyecto valorado en 1.000 millones de euros.
En cuanto al nuevo pedido, Talgo lo ha firmado aprovechando el viaje oficial que la ministra de Fomento, Ana Pastor, realizó al país centroasiático a comienzos de esta semana.
El contrato consiste en la fabricación y suministro de 21 trenes (un total de 603 coches) que la operadora de Kazajstán destinará a explotar servicios de transporte de larga distancia en todo el país.
Talgo fabricará los trenes en España (en las plantas de Rivabellosa, en Álava, y en Las Matas, en Madrid) y en Kazajstán, con una "progresiva transferencia" de actividad hacia la planta que tiene en Astaná, según destalló la compañía en un comunicado.
La compañía que preside Carlos Palacio suministrará a este país trenes de última tecnología, capaces de circular a una velocidad de 220 kilómetros por hora, especialmente diseñados para las adversas condiciones meteorológicas del país.
Además, cumplirán los nuevos requisitos normativos en desarrollo para la unión aduanera que conformarán la Federación Rusa, Kazajstán y Bielorrusia.