Ese índice, que incluye a treinta de las mayores empresas de EE.UU., acumuló en las últimas cinco sesiones un descenso del 0,87%, después de caer el 3,29% en la semana previa.
El selectivo S&P 500 siguió una trayectoria similar y esta semana perdió el 0,7%, que se suma al descenso del 3,78% de la anterior.
El mercado Nasdaq ha tenido una evolución algo más favorable y cerró la semana con un alza del 0,29%, después de despeñarse un 5,02% en la anterior.
Los inversores tuvieron que rendirse esta semana de nuevo ante la evidencia de unos datos que refuerzan la percepción de que se debilita el avance de la economía estadounidense, al tiempo que no se divisan signos de que las compañías incrementen la contratación.
Las compras de empresas que anunciaron esta semana Intel, Dell y MasterCard, entre otras, algo que suele estimular el ánimo comprador en Wall Street, tampoco sirvió para aumentar la confianza de los inversores en una evolución favorable de la economía.
En la próxima semana se conocerán más datos acerca de las ventas de casas en EE.UU. en julio y otros relativos a los pedidos de bienes duraderos a las empresas y a la confianza de los consumidores.
El mercado bursátil estará, además, muy atento a otras cifras provisionales del comportamiento del producto interior bruto (PIB) estadounidense en el segundo trimestre.
Los cálculos que difundió el Departamento de Comercio a finales de julio reflejaron que el PIB avanzó entre abril y junio a un ritmo anual del 2,4%, pero los economistas prevén que los datos que se darán a conocer el próximo viernes reflejarán un avance más lento.
Durante esta semana se difundieron otros datos relativos a la actividad manufacturera en las regiones de Nueva York y de Filadelfia, que reflejaron de nuevo el paulatino debilitamiento de ese sector, que este año había crecido de manera solida.
Las ganancias trimestrales de Wal-Mart y de Home Depot, junto al incremento del 1% que registró la producción industrial en julio, lograron despertar el martes el espíritu comprador en Wall Street.
El mercado neoyorquino logró al día siguiente mantener una moderada tendencia alcista, en ausencia de datos económicos relevantes.
Pero el panorama cambió de forma radical el jueves, nada más conocerse que la pasada semana se registraron 12.000 peticiones nuevas de subsidios por desempleo más que en la anterior y llegaron a medio millón de solicitudes, el nivel más alto desde noviembre.
Esa evolución provocó fuertes descensos bursátiles ese día y afectó también al ánimo inversor este viernes.
El Dow Jones de Industriales perdió hoy un 0,56% (-57,59 puntos) y cerró la sesión en 10.213,62 puntos, al tiempo que el selectivo S&P 500 bajó un 0,37% (-3,94 puntos), a 1.071,69 unidades.
El índice compuesto del mercado Nasdaq finalizó con un avance del 0,04% (0,81 puntos), a 2.179,76 unidades.
El dólar se fortaleció ante el euro y por esa divisa europea se pagaban 1,2708 dólares al cierre de la sesión bursátil, comparado con 1,2819 dólares el jueves.
En Europa, la jornada fue también desfavorable en los mercados de Londres (-0,31%), París (-1,3%), Fráncfort (-1,15%), Milán (-1,22%) y Madrid (-1,4%), al contrario que en Lisboa (0,05%), entre otros.
En Asia también predominó un tono bajista en las bolsas de Tokio (-1,96%), Shangai (-1,7%), Hong-Kong (-0,43%) y Seúl (-0,23%), entre otras.
En América Latina, los mercados de Sao Paulo (-0,31%) y de Caracas (-0,26%), también registraron pérdidas, en tanto que los de México (0,43%), Buenos Aires (0,39%) y Colombia (0,11%) tuvieron una jornada favorable.