'Lunes negro' en el parqué madrileño. Los temores ante una posible recesión, incentivados por los malos augurios de Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), impulsaron la prima de riesgo desde los 308 puntos básicos de la apertura hasta los 340 del cierre de la jornada. El Ibex 35 sufrió la tercera mayor caída en lo que va de año y se hundió un 4,69 por ciento, lo que le dejó al filo de perder los 8.000 enteros. Bruselas intentó, con poco éxito, tranquilizar a los inversores y descartó la posibilidad de que haya "una segunda recesión", aunque reconoció que habrá "una ralentización del crecimiento" en lo que queda de 2011.
Los mercados tienen miedo a que haya una segunda recesión; un temor que Lagarde incentivó este domingo, mandando instrucciones a Europa y a Estados Unidos para reaccionar ante una "inminente" recesión global. Los inversores tomaron nota y llevaron a la Bolsa española a un nuevo 'lunes negro', en el que la prima de riesgo volvió a dispararse hasta los 340 puntos, desde los 308 de la apertura, con una rentabilidad del 5,261 por ciento.
El selectivo madrileño cayó un 4,69 por ciento, el tercer mayor desplome en lo que va de año, y terminó la sesión en 8.066 enteros. No bajó de la cota de los 8.000 por los pelos, aunque llegó a hacerlo en un momento de la negociación. Sólo BME (+0,51 por ciento) consiguió salvarse de la marea negativa que caracterizó la sesión bursátil.
Repsol perdió un 6 por ciento, Santander, un 5,94por ciento, y BBVA, un 5,79 por ciento. Telefónica se comportó mejor que el índice (-4,29 por ciento), al igual que Endesa (-3,51 por ciento). Los peor parados fueron Sacyr (-7,62 por ciento) y Arcelormittal (-7,47 por ciento).
El resto de las plazas europeas no se salvó y todas vivieron retrocesos superiores al 4 por ciento, a excepción de Londres (-3,2 por ciento). Frankfurt cedió un 4,9 por ciento, Milán, un 4,8 por ciento y París, un 4,4 por ciento. La prima de riesgo italiana escaló hasta los 370 enteros, con un rendimiento del 5,556 por ciento.
En el mercado de divisas, el euro siguió perdiendo posiciones con respecto al dólar y, al término de la sesión en Europa, el cambio entre las dos monedas quedó en 1,4097 'billetes verdes'.
INTENTO FRUSTRADO DE CALMAR LAS AGUAS
La Comisión Europea intentó calmar las aguas, pero de poco sirvieron sus esfuerzos. Amadeu Altafaj, portavoz de Asuntos Económicos, explicó que... "No estamos en un escenario de una segunda recesión, sino de una ralentización del crecimiento". El parón económico se debe a "una serie de incertidumbres y riesgos" y al hecho de que siga habiendo "un nerviosismo importante en los mercados", a que los inversores sigan "reticentes a asumir ciertos riesgos".
El portavoz subrayó que "tanto el FMI como la Unión Europea(UE) comparten los objetivos de mejorar la competitividad de la economía europea, de estabilizar el sistema financiero y de generar políticas de crecimiento que permitan crear más empleo". "La austeridad por sí sola no va a solucionar los desafíos de economías que están sometidas a mayor presión, como el caso de la economía española", incidió.
El propio Jose Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión, reforzó el mensaje de Altafaj y lanzó un contragolpe a la negatividad de Lagarde: "No prevemos una recesión para Europa. Los últimos pronósticos de la Comisión Europea muestran que habrá crecimiento, aunque modesto, es cierto".
El dirigente subrayó que la UE y el euro son "fuertes y resistentes", pero la fuerza de sus palabras no llegó a los mercados. Los inversores obviaron este mensaje de tranquilidad y, después de la intervención, mantuvieron la línea con la que despertaron en este 'lunes negro'.
CLAVES PARA UNA POSIBLE MEJORA
Los inversores estarán pendientes esta semana de algunas citas clave, que, por ende, podrían mejorar la situación de los parqués. Entre ellas se encuentra el plan de estímulo económico que Barack Obama, presidente estadounidense, presentará este miércoles. Al día siguiente, el Banco Central Europeo (BCE) tendrá una reunión y el viernes se publicará la lista de los bancos que participarán en el rescate de Grecia.
Los expertos explican que "cada vez hay más miedo a que el euro se resquebraje". Es la visión de Susana Felpeto, de Atlas Capital, que afirma que las ventas se han impuesto en los parqués por las declaraciones de Lagarde y la propuesta de Mario Draghi, futuro sucesor de Jean Claude Trichet al frente del BCE, de revisar el Tratado de Lisboa.
Además, "los alemanes no parecen por la labor de seguir ayudando a sus socios", después de que la canciller, Ángela Merkel, perdiese por sexta vez en lo que va de año unas elecciones regionales. Todo esto pone en entredicho la unidad del 'Viejo Continente' y, por consiguiente, su fuerza.
Nuria Álvarez, analista de Renta 4, opina que el tinte de los números rojos deviene del mal dato de empleo de Estados Unidos, que se publicó el viernes. Sus efectos perduran en la festividad del día del Trabajo al otro lado del Atlántico. Además, los retrocesos en las negociaciones para solucionar la crisis de deuda soberana de Grecia también influyen en el panorama.
"Los inversores no se fían" y la banca se ve castigada por las dificultades de financiación en los mercados mayoristas, lo que restringe su capacidad de dar crédito y supone menos gasolina para impulsar la economía. Según explicó Álvarez, hay que solucionar el problema heleno y aumentar la transparencia sobre el nivel de provisiones de la banca para hacer frente a este problema.
LOS BANCOS, TAMBIÉN RETICENTES
Las entidades bancarias, como los inversores, también están reticentes. La desconfianza ha surgido entre este sector, lo que ha disparado los depósitos del BCE, a pesar de que el organismo remunera la cantidad depositada al 0,75 por ciento, un porcentaje que está muy por debajo del 1,50 por ciento del precio oficial del dinero. Los bancos comerciales depositaron este viernes 151.097 millones de euros, la cifra más alta desde agosto de 2010, según el propio BCE.
Además, el organismo que preside Trichet invirtió la semana pasada 13.305 millones de euros en la adquisición de deuda soberana de los países de la Eurozona y duplicó, así, el volumen de sus compras de bonos soberanos. Con esto, la cantidad que ha invertido desde mayo de 2010 asciende hasta los 129.000 millones de euros.
Los analistas aseguran que las compras se centraron otra vez en España e Italia, pero el instituto emisor no mostró los detalles de las adquisiciones del jueves y el viernes, por motivos relacionados con la liquidación de los contratos.
"AL BORDE DEL ABISMO"
José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, reconoció en agosto que la economía española estaba "al borde del abismo", según Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC.OO. El sindicalista aseguró a TVE que el dirigente transmitió a los agentes sociales sus temores sobre un posible rescate europeo en su reunión del pasado día 17.
Cándido Méndez, líder de UGT, afirmó en RNE que, "con las palabras de la señora Lagarde y del Banco Mundial, se verifica que las políticas de ajuste que se están imponiendo en Europa podrían provocar un frenazo de la economía a nivel mundial". En su opinión, "a esto se ha añadido la difícil situación de Estados Unidos".
Como la directora gerente del FMI, Felipe González, ex presidente del Ejecutivo, cree que hay "una amenaza inminente" de "contracción" en la economía mundial. El que fuera presidente del Gobierno aboga por que España prosiga con los ajustes fiscales. Además, cree que "Alemania puede tirar del carro y apretar un poco más en el consumo" y recuerda que hay "instrumentos globales, como el Banco Europeo de Inversiones".