El periódico The Washington Post publicó en su edición electrónica que el acuerdo entre el Departamento del Tesoro y el principal grupo de acreedores de Chrysler (formado por bancos y fondos de inversión) fue alcanzado en la noche del lunes.
El rotativo no informó de los detalles del acuerdo.
Chrysler debe a un consorcio de 45 bancos y fondos de inversión 6.900 millones de dólares, cantidad que está asegurada por las factorías y otros activos del fabricante.
Washington ha dado a Chrysler tiempo hasta el 1 de mayo para reducir su deuda, reestructurar sus operaciones, rebajar sus costes laborales y llegar a una alianza industrial con Fiat.
Si no lo consigue antes de esa fecha, la empresa se tendrá que declarar en suspensión de pagos.
La última oferta conocida a los acreedores era de 22 centavos por cada dólar de deuda y un cinco por ciento de la nueva Chrysler aliada con Fiat. Por su parte, los acreedores habían solicitado 65 centavos por dólar, un 40 por ciento del accionariado y que Fiat aporte 1.000 millones de dólares.
De forma paralela, ayer la empresa alemana Daimler anunció la cesión del 19,9 por ciento de las acciones de Chrysler al otro accionista de la empresa, el fondo de inversiones de Cerberus, poniendo punto final a la aventura que empezó en 1998 con la adquisición del fabricante estadounidense.