La secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, ha asegurado que la nueva subida del paro en agosto tras cuatro meses consecutivos de caídas "no enturbia" las previsiones del Gobierno de que este año cierre con una creación de empleo neto, al esgrimir que el repunte era "perfectamente previsible".
"Contábamos con que el paro subiera en agosto", sentenció Rodríguez en la rueda de prensa conjunta con el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, para valorar los datos del paro registrado en agosto.
La responsable de Empleo argumentó que la caídas registradas en abril, mayo, junio y julio pueden permitir que se "cumpla" con las estimaciones del Departamento dirigido por Valeriano Gómez.
Aún así, admitió, tal y como ya hiciera el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, que con un crecimiento tan exiguo como el del segundo trimestre (+0,2%) y la restricción del crédito bancario se está empezando a considerar que será "difícil" cumplir con los objetivos.
Por ello, aseguró que la subida del paro "hay que contextualizarla", ya que desde hace once años este mes es "malo" para el empleo, y además este año el número de parados ha crecido en cerca de 10.000 personas menos que en agosto de 2010. "Es la subida más baja de agosto en los últimos cinco años", proclamó.
La secretaria de Estado no quiso entrar en si finalmente se superará la barrera de los cinco millones de desempleados, al considerar que cualquier estimación al respecto supone una "frivolidad" sobre la pérdida de empleo.
Por su parte, Granado valoró la pérdida de afiliación a la Seguridad Social como un dato "moderadamente positivo" de forma estacionalizada, ante la "fortaleza" del turismo. Y recordó que la caída es inferior a la del año anterior, incluso antes de la crisis.
RECUPERACIÓN DE AFILIACIÓN.
"Es un agosto que se verá positivamente recuperado con mucha fortaleza en los primeros 15 días de septiembre como otros años", indicó el responsable de la Seguridad Social.
Por último, la secretaria de Estado de Empleo descartó que el Gobierno utilice la tramitación parlamentaria de la negociación colectiva, cuyo plazo de enmiendas finaliza el próximo 10 de septiembre, como contrapartida para sacar adelante la reforma constitucional pactada entre el PSOE y el PP para limitar el gasto público.
"La negociación colectiva no se cambiará en otro contexto", zanjó, ante las dudas de los sindicatos sobre esta posibilidad para sumar a CiU a la reforma de la Carta Magna.