En un comunicado, Reyna ha valorado así el descenso de tres décimas del IPC en agosto, tras admitir, sin embargo, que teme que el "efecto escalón" en el precio de las gasolinas no sea suficiente para afianzar el descenso de los precios por la inestabilidad reciente en Siria.
Por otra parte, asegura que el efecto de la subida de la factura de la luz se verá en los próximos meses con sus consecuencias sobre la inflación anual final.
En cualquier caso, Reyna considera que la bajada de precios "no deja de ser una buena noticia", ya que llevan tres meses consecutivos de descensos, lo que aleja al país de la tendencia alcista de inflación que sufre desde finales de 2012.
A su parecer, un IPC del 1,5% responde ya "de forma más adecuada" a la realidad del crecimiento y del nivel de consumo interno, aunque todavía sigue siendo alto en una situación de atonía, como la actual. "Sólo estaremos ante un buen dato de inflación cuando no tenga carácter coyuntural", concluye.