La ley por la que se vigilarán los grandes sueldos en la banca entra en vigor

AGENCIA EFE 13/04/2011 09:44

La ley pasa a ser efectiva después de que el Boletín Oficial del Estado recogiera ayer la trasposición a España de una directiva comunitaria sobre medidas de control y supervisión de riesgos.

Entre las principales novedades de la norma destaca que los supervisores bancarios y bursátiles tendrán a partir de ahora competencia para vigilar que los grandes sueldos son coherentes con una gestión prudente y eficaz.

Para llevar a cabo el control de las remuneraciones, así como de los incentivos que reciben los principales directivos, de bancos y empresas de inversión, el Banco de España tendrá que contabilizar el número de personas por entidades que cobren al menos un millón de euros.

En esa información, incluirá además las responsabilidades que tiene y los distintos conceptos que forman su remuneración, esto quiere decir que se tendrán en cuenta por ejemplo los incentivos o "bonus" que se cobran, así como las aportaciones a planes de pensiones.

En la misma línea, la CNMV controlará los sueldos que se abonan en las sociedades de inversión y podrá limitar la remuneración variable para exigir a determinadas instituciones que destinen beneficios a reforzar sus recursos propios.

Aunque las retribuciones de la banca española son por lo general menos abultadas que lo que se paga en otros países, la mayoría de las entidades han orientando sus políticas de remuneración a las nuevas exigencias internacionales y sin esperar a que la norma entrara en vigor en España.

En este sentido, el primer banco español, el Santander, que informó el pasado viernes de que su presidente, Emilio Botín, cobró en 2010 3,8 millones, un 3,2 por ciento menos, y su consejero delegado, Alfredo Sáenz, 9,18 millones, un 10,33 por ciento menos.

Y para 2011, el Banco Santander explica en la información remitida al supervisor que parte del incentivo que pagaba en efectivo a sus principales ejecutivos ahora se abone en acciones escalonadamente durante los próximos tres años.

Esto supone que la remuneración variable en efectivo caerá un 21,8 por ciento, mientras que casi se cuadruplica la remuneración variable diferida, que dependerá de criterios más exigentes para recibirla, así como de mantener el vínculo con la entidad.

Esto hará que un 60 por ciento de la retribución variable total se pague en tres tercios en 2013, 2014 y 2015, siempre que los accionistas aprueben la propuesta en la próxima junta del Banco Santander.