Los nuevos ministros del Gobierno de Zapatero prometieron sus cargos esta tarde ante el Rey, horas después de que el jefe del Ejecutivo anunciase los cambios de este nuevo gabinete, que en su opinión hará frente "con mayor fortaleza" a la mala coyuntura.
Zapatero subrayó que el contexto político que vive España y sobre todo el deterioro económico hacían necesario un "cambio de ritmo" en la política del Ejecutivo.
No obstante, aclaró que la salida de este túnel no es el único objetivo que tendrá su nuevo equipo, sino también el de preparar el país para la recuperación y adaptar la economía a un nuevo modelo de crecimiento.
Con la intención de llevar la "dirección integral" de la política económica, Zapatero ha nombrado a Elena Salgado vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda en sustitución de Pedro Solbes, para quien el presidente tuvo palabras de gratitud y con el que, dijo, la economía española "ha conocido sus momentos más brillantes de los últimos treinta años".
Zapatero aseguró que la salida de Solbes fue una "decisión compartida" con el ya ex ministro, con el que también coincidió en la necesidad del citado "cambio de ritmo" en la política económica para "acelerar" y poner "toda la energía" posible en la lucha contra la crisis.
De Salgado el presidente subrayó que es la persona "adecuada" para el relevo y destacó su experiencia y su "amplia" visión de la Administración, que le servirán en un puesto que requiere "capacidad de diálogo y cooperación", para el aprovechamiento de los recursos públicos.
El jefe del Ejecutivo no quiso adelantar si habrá nuevas medidas en materia económica, y reiteró que el Gobierno quiere hacer a finales de verano o en otoño un análisis de los efectos de las actuaciones decididas hasta la fecha, que en su opinión están "empezando a llegar al tejido productivo".
Además consideró que "hay que ser prudente" a la hora de acometer nuevos esfuerzos fiscales y esperar la "máxima eficacia" de las actuaciones en marcha, además de advertir de que no descarta tomar medidas de austeridad si así lo requiere la situación.
El otro Ministerio del área económica que cambia de titular es el de Fomento, con la salida de Magdalena Álvarez y su sustitución por José Blanco.
Para Zapatero, Blanco cumple con el perfil para hacerse cargo de una cartera como la de Fomento por su gran capacidad de gestión, dado el volumen de inversión que deberá manejar.
Mientras, aseguró que Álvarez ha hecho una "buena tarea" y ha situado a España como el país con más kilómetros de alta velocidad ferroviaria y que en un futuro será también el que tenga más kilómetros de autovías.
El presidente defendió haber mantenido el Ministerio de Vivienda en lugar de integrarlo en el de Fomento por entender que la vivienda es la "necesidad social más requerida de los ciudadanos, la demanda principal para muchas familias".
Por otro lado, Zapatero descartó la idea de que Manuel Chaves, en su puesto de vicepresidente tercero y ministro de Cooperación Territorial, vaya a intervenir en los procesos de fusión de cajas de ahorros que pueda producirse en España.
Preguntado por esta cuestión, recordó que estos procesos corresponden a las propias cajas y, en todo caso, el Banco de España será el que tenga un papel relevante, además de recordar que el Gobierno, y a través del Ministerio de Economía, sólo se encarga de facilitar, coordinar y respaldar las tareas de vigilancia y control que corresponden al organismo supervisor.
En su comparecencia, Zapatero insistió en que con este nuevo gabinete quiere iniciar una "nueva etapa" que vivirá un momento singular en el primer trimestre de 2010, cuando España asuma la Presidencia de turno de la UE.
Además se mostró convencido de que su nuevo equipo "sudará la camiseta al máximo" para "sacar más energía que nunca" con la que afrontar esta "dura" y "grave" crisis.