¡Día de la naturaleza! Cosas (eficaces) que puedes hacer en tu día a día para cuidarla

El Tiempo Hoy 18/10/2016 17:01

La mala gestión de los residuos, el despilfarro de material, la falta de concienciación en las 'tres erres'… la sociedad española genera al día cuatro veces su peso en residuos, por no hablar de que desperdicia grandes cantidades de agua y luz. La ley no contempla medidas más serias en este sentido, pero nosotros podemos tomar la iniciativa y pasarnos a una vida más compasiva con nuestro planeta. Llevar esta vida 'eco' no es tan difícil y te vamos a contar cómo puedes hacerlo:

Recicla, a la larga se nota

Separa los residuos. Hazte con cinco envases de basura, o coge un envase grande y divídelo en cinco partes, para depositar en cada uno un tipo de residuo (orgánico, vidrio, plástico, latas, papel, y otros). Si tiendes a equivocarte de cubo, o simplemente se te olvida cuál es cuál, pon los envases en distintos colores.

Coge menos el coche

Ahórrate los atascos cuando vayas a la oficina y, de paso, contribuye a reducir la contaminación. El dióxido de carbono que expulsan los coches está aumentando los niveles en la atmósfera de forma astronómica. Aunque, en algunos casos, es muy necesario el uso del coche, podemos adoptar hábitos que reduzcan su uso, como compartir coche con otras personas, montar en bicicleta, sacar el abono del transporte público o, en último término, apretar menos el pedal del acelerador.

El 'Preciclaje', la 'P' que se suma a las 'tres erres'

Cuando vas a la compra, un 60% del peso de tu adquisición es residuo inorgánico, desechable y contaminante. Antes de coger los productos, observa si los envases son biodegradables o reciclables. También, procura llevar tu propio carrito con ruedas o bolsas reutilizadas para la compra, y no cojas las bolsas de plástico que te ofrecen en caja. De esta manera estarás 'preciclando' o evitando que una buena parte de los residuos lleguen a tu casa.

Escribe por las dos caras del folio y usa portaminas

La tala de árboles es otro de los problemas medioambientales que empeoramos en nuestro día a día. Desde el papel higiénico, hasta los folios dónde escribimos, pasando por el material escolar inútil que nos hacen comprar en los colegios, el papel se desperdicia muy fácilmente. Para acabar con esto te proponemos que empieces con utilizar un ‘cuadrito’ menos de papel higiénico en el baño.

En tu oficina, también puedes reducir el gasto de papel escribiendo o imprimiendo por las dos caras del folio y haciendo anotaciones en el reverso de la hoja en vez de en un post-it. Además, pásate al portaminas y olvida los tradicionales lápices hechos con madera. Si tienes hijos, compra un solo cuaderno para varias asignaturas u hojas de recambio.

Comprueba cada fuga de tu casa

A veces, los grifos de casa no cierran bien, y se escapan gotas, o los radiadores funcionan con dificultad. Comprueba que todo está en orden.

Cierra el grifo

Si no lo estás usando, ¡no lo dejes abierto! Mientras te cepillas los dientes o te enjabonas el pelo, puedes cerrar el grifo y ahorrar litros y litros de agua al día. Si no tienes más remedio que mantener el grifo abierto, coge un barreño y acumula esa agua para regar tus plantas o como agua para el inodoro.

Cambia las ventanas y cómprate la 'bata-manta'

En invierno, el frío se cuela por las rendijas más minúsculas de casa y eso nos obliga a subir la calefacción. Te aconsejamos que cambies tus ventanas por otras más aislantes o con dobles cristales y, así no tendrás que tener tanto tiempo los radiadores activos. Además, arrópate con mantas para reducir este consumo.

¿Plan del domingo con los peques? Plantar un árbol

¿Le falta algo a tu jardín? ¿No sabes cómo darle una nota de color? Anímate y planta un árbol y flores alrededor. La experiencia es muy gratificante y divertida, y si lo haces con tu hijo aún más.

En los fogones, precaución

Un cacharro para el huevo, otro para la harina y otro para el pan rallado…manchamos un montón de utensilios para cocinar y, luego, nos toca lavarlos. Para amortizar los lavados del lavavajillas, procura no usar tantas herramientas en una misma vez.

El aceite, otro contaminante que nace en la cocina. Tenemos por costumbre utilizar el aceite para freír y después de un uso, tirarlo. El aceite usado se puede reutilizar hasta en tres ocasiones sin empeorar la calidad de nuestro plato. Además, cuando ya llegue el momento de tirarlo, no lo viertas al fregadero. El líquido que se va por el sumidero acaba en los ríos y el aceite es una de las causas más contaminantes de estos.

Si eres de los que aprovecha las cosas al máximo, no tires el aceite: haz jabón. Coge tres litros de agua, otros tres de aceite y medio kilo de sosa cáustica. Calienta el agua, vierte la sosa y luego el aceite y remuévelo durante una hora. Déjalo reposar y ya lo tienes.

¡Y se hizo la luz (de bajo consumo)! Led, a ti adoramos

Desenrosca tus bombillas y pon otras de bajo consumo. Estarás gastando un 80% menos de energía. No son caras y, con ellas, te asegurarás de que estás ahorrando: una tonelada de dióxido de carbono, ocho kilos de anhídrido sulfúrico, un kilo de óxidos azoicos, así como otras emisiones de una central de carbón.