Las zonas más deforestadas del planeta demuestran que la mano del hombre tras la tragedia

  • El efecto del ser humano en la deforestación de la Tierra es innegable: conoce las zonas más afectadas y por qué

La deforestación es uno de los principales ingredientes del calentamiento global y el cambio climático en nuestro tiempo y, paradójicamente, se trata de un proceso directa y únicamente provocado por la voluntad y la acción humana.

Consiste en la la destrucción o agotamiento de la superficie forestal de forma voluntaria, normalmente fruto de una decisión empresarial, con el fin de dedicar el suelo a otra actividad, como la agricultura intensiva, la ganadería, la producción industrial o la minería, aunque el fin también puede ser el crecimiento de una ciudad. Así, para ganar terreno y destinarlo a estas actividades, se llevan a cabo talas y quemas masivas de zonas forestales, procesos que resultan cada vez más frecuentes. ¿Cuáles son las cifra de la explotación forestal? ¿Cuáles son las zonas más deforestadas del Planeta?

Deforestación mundial: estadísticas sobre la explotación forestal

La deforestación tiene un impacto directo y claro en el cambio climático y calentamiento global actuales: se estima que este tipo de prácticas podrían haber contribuido al calentamiento global de las últimas décadas con alrededor de un 20 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono. Este proceso destruye la calidad de los suelos, y contribuye a su erosión y a su desertificación. Además, la eliminación de zonas forestales tiene un importantísimo impacto en la absorción de gases de efecto invernadero: a menos bosques, menos capacidad de absorción de este tipo de gases.

Por otro lado, no hay que olvidar que alrededor del 70 por ciento de la fauna y la flora del Planeta vive en áreas forestales. La deforestación supone así la desaparición de especies y la disminución de la población de otras muchas. En definitiva, la deforestación produce una importante pérdida de biomasa y biodiversidad. El resultado final se traduce en cambios en las temperaturas, los vientos y las lluvias. Todos estos cambios, llevados a una escala global, impactan en la forma en que se desarrollan los fenómenos meteorológicos, que se vuelven más extremos e impredecibles, como ocurre en el caso de los macro incendios.

Por último, la deforestación también provoca movimientos migratorios: indígenas y poblaciones de pequeños pueblos se ven desplazadas ante esta expansión, perdiendo us tierras y su entono natural, así como, potencialmente, su cultura.

Con este panorama, no es de extrañar que existan instituciones dedicadas a analizar el impacto de esta práctica a nivel mundial, así como a estudiar cuáles han sido los grandes episodios de deforestación de los últimos años y qué países han sufrido en mayor medida las consecuencias de estos procesos. Estos son los datos que recoge Global Forest Watch sobre 2019, basándose en información publicada por la Universidad de Maryland:

  • Brasil. Se trata del país que más sufrió el pasado año los efectos de la deforestación. Solo durante 2019 se perdieron más de un millón de hectáreas, lo que representa un tercio de la cobertura boscosa que se depredó en todo el mundo durante el pasado año. Brasil ocupa, por tanto, el primer lugar a nivel mundial entre los países que más bosque perdieron el año pasado, debido a la expansión de la agricultura y el cambio de uso de suelo, los incendios forestales y la tala selectiva, principalmente.
  • República Democrática del Congo. Con el segundo puesto, durante 2019 se destruyeron nada menos que 475.000 hectáreas de superficie verde en este país. Greenpeace recuerda que las selvas tropicales de la Cuenca del Congo conforman la segunda mayor superficie de bosque tropical después de la Amazonia, abarcando más de 172 millones de hectáreas, y que son vitales para la supervivencia de nuestros parientes biológicos más cercanos: gorilas, chimpancés y bonobos.
  • Indonesia. Indonesia es el tercer país que más deforestación sufrió a lo largo de 2019, con 324.000 hectáreas. Este país, que alberga el tercer bosque tropical más grande del mundo, es también el mayor productor de aceite de palma.
  • Bolivia. Este país ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en cuanto a deforestación, y la principal causa se encuentra en los incendios forestales y en la agricultura a gran escala (soja) y la ganadería. Un total de 290.000 hectáreas de bosques primarios fueron arrasadas en 2019.
  • Perú. Este país, con 162 mil hectáreas de bosques primarios perdidos, aparece en el quinto lugar a nivel mundial. La minería ilegal, los cultivos ilícitos, la informalidad en la Amazonia... se encuentran entre las principales causas.
  • Malasia. El siguiente país en la lista es Malasia, con 120.000 hectáreas. Borneo, la tercera isla en extensión del mundo, dividida entre los estados de Indonesia, Malasia y Brunéi, estuvo en el pasado cubierta por densa pluvisilvas, pero ha sufrido una amplia deforestación desde los años sesenta.
  • Colombia. Este país ocupa el séptimo puesto a nivel mundial, aunque sus cifras de deforestación fueron inferiores en 2019 con respecto a los dos años anteriores. La pérdida de bosques primarios aumentó rápidamente tras el acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el 2016. Las cifras, sin embargo, siguen siendo superiores a las registradas antes de este acuerdo.
  • Laos. En el caso de Laos, con el séptimo puesto, se destruyeron 72.000 hectáreas. La explotación forestal en Laos ha sido constante y creciente desde 1980.
  • México. México ocupa la novena posición, con 66.000 hectáreas de bosque destruidas durante 2019. En este país se combinan los efectos de un presupuesto cada vez más reducido para el área de medio ambiente y una alta peligrosidad para las personas dedicadas a la defensa de la naturaleza.
  • Camboya. En el décimo lugar tenemos el caso de Camboya, con 63.000 hectáreas destruidas.

Además, según los datos de la Universidad de Maryland, en 2019 los trópicos perdieron 11,9 millones de hectáreas de cobertura arbórea. Casi un tercio de esa pérdida, 3,8 millones de hectáreas, ocurrió en bosques primarios tropicales húmedos, que son zonas de selva tropical madura especialmente importantes por su biodiversidad y almacenamiento de carbono. Sería el equivalente a perder un bosque del tamaño de un estado de fútbol cada 6 segundos durante todo un año.

Por último, durante 2019 la pérdida de bosques primarios aumentó un 2,8 por ciento con respecto al año anterior, manteniéndose la misma tendencia al alza de las últimas dos décadas. La tasa de 2019 es la tercera más alta desde el inicio del siglo.