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Habrá que esperar al viernes, el día siguiente al vencimiento del plazo para votar por correo, para conocer definitivamente cuántos sufragios se han depositado en las oficinas de Correos de nuestro país. La cifra de solicitudes ha pulverizado récords al superar los 2,6 millones, el doble de lo habitual. Ahora la duda está en cuántas de las personas que han pedido el sufragio postal, lo ejercen. Los que no lo hagan, se sumarán al bloque abstencionista, porque una vez solicitado el voto por correo no hay marcha atrás, ya no se puede votar presencialmente. Fuentes de Correos, señalan a NIUS que siempre hay una diferencia entre los votos solicitados y los emitidos, y que "el rango de normalidad" está entre el 6 y el 12%. Es decir, la abstención considerada "normal" para el 23 de julio se situaría entre los 157.368 y 314.736 votos por correo sin emitir..
Claro que en esta ocasión hay pocas cosas "normales". Las elecciones en plenas vacaciones de verano han provocado una avalancha de este tipo de peticiones y se sobreentiende que la mayoría de los que lo han solicitado quieren asegurarse su participación en el 23J. Eso sí, los datos históricos dicen que en las últimas citas electorales, la cifra de personas que no han depositado el voto por correo después de solicitarlo oscila alrededor del 9%, que en este caso serían cerca de 250.000.
Lo que ya se ha finalizado es la puesta a disposición de los votantes del total de los 2,6 millones de sufragios solicitados. Las últimas 47.211 documentaciones para votar por correo se depositaron este martes, bien en manos de sus destinatarios, bien en las oficinas de correos tras el segundo intento fallido de los carteros.
Ahora todo está en manos de los votantes, que pueden ir a depositar su voto; acudir a la oficina a recoger y depositar el sufragio que les están guardando, o pedir que se la redireccionen si están en otro lugar al consignado en la solicitud.
Se trata de los votos que los carteros no consiguieron entregar y que se encuentran custodiados en las oficinas de correos a la espera de ser recogidos y emitidos. Es decir, los trabajadores de la empresa pública hicieron su parte, y ahora alta que los votantes ejerzan su derecho.
Para eso, todavía hay tiempo hasta que acabe el día de mañana mañana, jueves 20 de julio, fecha límite para depositar el voto postal.
De hecho, muchos lo están haciendo. Es revelador el dato de que el lunes, a las siete de la tarde, eran 450.000 las documentaciones depositadas en Correos esperando a los electores. En solo tres horas, 50.000 de ellos estaban entregados y depositados.
La Junta Electoral todavía podría decidir, en su reunión del mismo jueves, ampliarlo hasta el viernes. No sería de extrañar que lo hiciera, a tenor de las ausencias, pero lo cierto es que ya amplió el plazo del 19 al 20 de julio.
La cifra de voto por correo solicitado, los más de 2,6 millones, suponen el 7% sobre el total de electores con derecho a participar en los comicios generales del 23 de julio.
En el peor de los casos contemplados como "normales", si el 12% de los solicitantes del voto por correo -315.000- acaban no ejerciéndolo, estaríamos hablando de una abstención del 0,84% del total de los 37,4 millones de españoles llamados a las urnas.
La participación definitiva se conocerá el viernes, si no se amplía el plazo para votar por correo. En caso contrario, habrá que esperar al sábado, aunque la empresa pública asegura que ofrecerá datos, aunque sea parciales, para dar transparencia a un proceso que ha sido demasiado protagonista en estas elecciones.
El precedente de intentos de pucherazo en las municipales del 28 de mayo; la avalancha de solicitudes; y las insinuaciones de Alberto Núñez Feijóo, en este tiempo de bulos; acabaron propiciando una bronca por el voto por correo en la primera semana de campaña electoral, que ha ido amainando pero sin retirar la atención del sufragio postal.
Hace solo dos meses, el 28 de mayo, que tuvimos otras elecciones con el voto por correo como protagonista, aunque no por el elevado número de peticiones validadas, que fue de 1.082.000, sino por los intentos de fraude en lugares como Melilla o Mojácar, en Almería.
En aquella ocasión, con comicios municipales y autonómicos, el número de personas que depositaron el sufragio en las oficinas de correos fue de 984.000. Es decir, 98.000 personas no lo entregaron, lo que supone un 9% de abstención en el voto por correo, justo en la mitad de la horquilla que maneja la entidad.
En noviembre de 2019, las últimas generales, 900.000 personas depositaron el voto por correo en las oficinas de la empresa pública. 997.530 fueron las solicitudes válidas.
Es decir, 97.530 personas no completaron el proceso, un 9,8% del total.
Y en las generales anteriores, el 28 de abril del mismo año, el porcentaje de votos no entregados después de ser solicitados fue del 9,5. 128,722 no llegaron a depositar su sufragio después de haberlo solicitado. En total 1.351.659 personas lo pidieron y 1.222.937 lo llevaron a la oficina de correos.
La horquilla que maneja Correos es más amplia, con entre el 6 y el 12 de abstención en el rango "de normalidad". Pero si utilizamos como referencia el 9,5% de media, la cifra de electores que podría no completar el procedimiento del voto por correo en estas elecciones es de 247.000 personas.