Yolanda Díaz acude con un herpes zóster a la apertura de la legislatura: "No estoy en buenas condiciones"

Este 29 de noviembre se inaugura de manera oficial el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. Con la solemne ceremonia de apertura de la XV Legislatura, el recién estrenado Ejecutivo abre una nueva era política con las Cortes Generales, el Congreso de los Diputados, el Senado, los reyes Felipe y Letizia y la princesa Leonor de testigos. La bancada azul del Hemiciclo cuenta con nueve incorporaciones y viejos conocidos, como es el caso de Yolanda Díaz, que repite como vicepresidenta segunda y como ministra de Trabajo.

A su llegada al Congreso, la líder de Sumar y principal socia del PSOE en esta legislatura ha atendido a los medios con ciertas dificultades. Ante los micrófonos, Díaz ha defendido que a lo largo de estos cuatro años que tienen por delante pretende continuar avanzando en "derechos sociales" con una nueva subida del salario mínimo. Su objetivo, en palabras de Yolanda, es crear "un país mejor, con más democracia".

El tumulto generado por su presencia ha obligado a que la ministra interrumpa su discurso para que los compañeros de la prensa pudiesen colocarse para captar sus declaraciones. Y ha sido en este impass cuando la vicepresidenta ha confesado el problema de salud que ha hecho que su presencia en las Cortes sea, como poco, incómoda. "Tengo un zóster y no estoy en buenas condiciones", ha advertido mientras se señalaba la parte izquierda de su cuello.

¿Qué es el zóster que sufre Yolanda Díaz y qué incomodidades produce?

Se trata de una enfermedad producida por la reactivación del virus de la varicela, que permanece dormido en los nervios sensoriales. Esto se traduce en la aparición de pequeñas ampollas en la piel, agrupadas, que suelen estar localizadas en un solo lado del cuerpo. Normalmente en la zona de la espalda y la cintura, pero también en brazos, piernas y cara, como es el caso de Díaz.

El zóster puede provocar fiebre, malestar general y dolor de cabeza, así como un dolor "ardiente o punzante en los nervios donde estaba el virus". Es después de estos síntomas cuando brotan las ampollas ya mencionadas, cuya presencia aumenta la sensación de escozor. Lo habitual es que este tipo de herpes tarden entre dos y cuatro semanas en desaparecer.

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