La intervención de Fernández constituye "un triste y un lamentable ejemplo de injerencia indebida en los asuntos que son propios de los uruguayos. No es el primero, y difícilmente sea el último, tratándose del entorno y de la gente cercana a la familia Kirchner", señaló Astori, precandidato del gobernante Frente Amplio.
"No es posible que este señor representante y mensajero de los Kirchner venga al Uruguay cuatro días antes de una elección a establecer pronósticos dentro de las encuestas", señaló, por su parte, Larrañaga, precandidato del Partido Nacional.
Las palabras que molestaron a Astori y Larrañaga fueron pronunciadas este martes por Fernández en Montevideo y fueron favorables a los rivales de cada uno de ellos en las elecciones internas que se celebrarán el 28 de junio para definir los candidatos a la Presidencia en los comicios de octubre próximo.
Las elecciones presidenciales uruguayas se dirimirán entre dos "buenos" candidatos, Luis Alberto Lacalle (Partido Nacional) y José Mujica (Frente Amplio), dijo Alberto Fernández.
El ex jefe del gabinete argentino, que se reunió con Mujica y Lacalle, consideró que sus propuestas de "centro y centro izquierda", si bien no son iguales, "no serán un problema para los uruguayos".
Según Larrañaga, esa actitud de Fernández fue "una nueva muestra de prepotencia centralista porteña de algunos señores que están acostumbrados en su país a hacer lo que quieren y creen que en Uruguay pueden hacer lo que desean".
"Eso significa que (Mujica y Lacalle) son los candidatos de Kirchner. Por suerte, y lo digo con toda alegría, yo no lo soy", afirmó Larrañaga.
Para el precandidato del Partido Nacional, la "injerencia intolerable de Fernández" es más grave aún debido a que el ex jefe de Gabinete argentino perteneció "a uno de los gobiernos que más ha agredido a Uruguay", en una referencia a la tolerancia del Ejecutivo del presidente Néstor Kirchner (2003-2007) al bloqueo argentino del puente internacional que une ambos países a la altura de Fray Bentos.
Hace unas semanas, Larrañaga criticó al gobierno de Kirchner y al de su esposa, la hoy presidenta Cristina Fernández, lo que produjo un enfrentamiento con el embajador argentino en Uruguay, Hernán Patiño, que obligó a intervenir al canciller uruguayo, Gonzalo Fernández.
Por su parte, Luis Alberto Lacalle respondió al enojo de Larrañaga señalando que Fernández no vino "a elegir candidato" sino que vino a ver al único ex presidente del Partido Nacional.
"Soy el único ex presidente del PN. A lo mejor dentro de un tiempo le verán a él. Por ahora soy yo", dijo.
De todos los precandidatos presidenciales, el más cercano al gobierno de los Kirchner ha sido José "Pepe" Mujica, a quien el propio Néstor Kirchner consideró su candidato favorito.
Esta cercanía le costó a Mujica duras críticas de todos los sectores, incluso de su propio partido, por lo que se vio obligado a pedirle al ex presidente argentino que se ocupara de lo suyo y a señalarle que sus opiniones no ayudaban.
Mujica lidera la intención de voto del Frente Amplio con casi 20 puntos de ventaja sobre su principal rival, Danilo Astori, y unos 40 respecto al tercer candidato, Marcos Carámbula.
Mientras, Lacalle domina las internas del Partido Nacional con unos diez puntos de ventaja sobre Larrañaga de cara a las elecciones del próximo domingo 28.