Según un comunicado de la Casa Real, recogido por la agencia Belga, el rey ha aceptado la renuncia del líder socialista francófono Elio di Rupo, a quien había confiado una misión previa a la formación de gobierno, que fracasó el pasado viernes.
Los nacionalista flamencos de la N-VA fueron los ganadores de las elecciones celebradas el pasado junio en la parte norte del país, mientras que los socialistas francófonos fueron la fuerza más votada en el sur francófono.
La falta de acuerdo sobre una reforma del Estado federal que satisfaga las aspiraciones flamencas de mayor autonomía sigue impidiendo la formación de un nuevo gobierno en Bélgica.
Alberto II continuó recibiendo lo largo de la jornada de hoy a líderes de uno y otro lado para intentar sacar al país de la parálisis política, agravada después de que el "preformador", el socialista Di Rupo, presentara su renuncia ayer.
El rey recibió a la presidenta de los "humanistas" (ex democristianos) francófonos, Joëlle Milquet; a la presidenta del partido socialista flamenco sp.a, Caroline Gennez; al copresidente de los ecologistas francófonos de Ecolo, Jean-Michel Javaux; y al presidente de sus homólogos flamencos de Groen, Wouter Van Besien.
Posteriormente recibió a los presidentes de las dos cámaras del Parlamento, a quienes encomendó que medien para reanudar las negociaciones entre los partidos del norte y el sur del país.