El falso cura de Bárcenas simula una crisis nerviosa y es expulsado de la sala

EUROPA PRESS 09/04/2014 14:11

El juicio ha tenido que ser suspendido una hora y media a los diez minutos de empezar porque el encausado ha sufrido una aparente crisis nerviosa y haya empezado a gritar: "Condénenme a lo que quieran, firmo lo que sea; estas voces no me dejan en paz, lárguense de mi cabeza".

El doctor Cartagena, que ha atendido al procesado, ha indicado que de la exploración que le ha realizado se desprende que tiene pulso, reflejos y tensión normales. "Los síntomas de mareo y deambulación que hace que no ande autónomo, sino ayudado, no se corresponden con ninguna patología clínica", ha señalado.

El médico ha destacado la "absoluta negatividad y falta de colaboración" del acusado. "La auscultación pulmonar y cardiaca realizada no se corresponde con ningún cuadro clínico ni con su negatividad. No hemos podido diagnosticar trastorno de tipo físico y psíquicos", ha dicho.

Además, ha aclarado que no existen antecedentes médicos de dicha crisis y que el ansiolítico que ha tomado en una pausa de un declaración no he podido hacer efecto de ningún tipo por el escaso tiempo que pasó hasta la supuesta crisis nerviosa.

El doctor también ha negado que se haya tratado de un trastorno de personalidad, ya que dicha dolencia "no altera en absoluto la inteligencia y no produce un cuadro como el que ha manifestado". Por todo ello, ha concluido que no se ha producido trastorno clínico alguno, sino que se ha tratado de una simulación.

Tras la declaración de Cartagena, el magistrado ha preguntado al procesado si quiere continuar con su declaración, interpelación a la que ha hecho caso omiso, con la mirada desviada y una actitud pasiva. "Su actitud es inconveniente y si persiste en ella le expulsaré de la sala", ha advertido el juez que tras, tres intentos más, ha ordenado retirar al detenido de la sala.

Cuando ha comenzado la vista oral, Enrique O.G., en aparente buen estado físico y psíquico se ha confesado "culpable con reparos" y ha relatado que acudió al domicilio de Bárcenas ese día, y que localizó el piso ya que "todos los medios de comunicación sabían dónde estaba".

"Le dije que era el padre Enrique. Iba vestido de negro con un alzacuellos, en apariencia como un cura. Dije una mentira, que iba de parte del obispado para hacer una averiguación y me permitieron subir, así que usted se equivocó cuando me ha dicho que era allanamiento de morada", le ha espetado al fiscal.

Asimismo, el falso cura ha manifestado que le abrió la puerta de la calle la criada y que la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, "le invitó a entrar". "Le dije que iban a tratar el tema de la posible libertad de su marido. Accedí al salón y me senté con ella. No había más personas en el salón", ha indicado.

Tras otra pregunta del fiscal, el falso cura le ha amonestado y le he pedido que "pregunte lo que quiera, pero que él le respondiera lo que quiera". A continuación, le ha advertido que haga las preguntas para que él conteste sí o no. "Yo me acuerdo de muchas cosas ahora y mi cabeza está en una nebulosa. Tengo la cabeza alta y el corazón limpio", ha aseverado con el procesado con un tono más elevado que anteriormente.

En ese momento, el acusado ha sido interrumpido por el juez, que le ha advertido que no debe dar indicaciones al fiscal. Tras ese rapapolvo, el falso cura ha entrado en la falsa crisis nerviosa.