Belloch quiere que los socios "comprendan que hay que ahorrar y olvidar la demagogia"

AGENCIA EFE 07/05/2011 11:50

Está es la cuarta vez que Belloch (Mora de Rubielos, Teruel, 1950) opta a la Alcaldía de la ciudad, de la que ha sido alcalde durante las dos últimas legislaturas, cargo que pretende revalidar en los próximos comicios municipales, a los que acude con el bagaje de su gestión y especialmente satisfecho por la Expo de 2008 y la construcción del tranvía, asegura en una entrevista con Efe.

P.- Permítame que empiece por la polémica del precio de los servicios públicos para no empadronados ¿De verdad está convencido de que no le restará votos?

R.- Da igual. Lo importante no es si quita o da votos. Lo importante es que hay que hacer lo que hay que hacer y durante años, el Ayuntamiento de Zaragoza ha asumido subvencionar el transporte, no solo de los que pagan impuestos, sino de todo el mundo. Eso no podemos seguir haciéndolo. Claro que todo aragonés tiene derecho a que su transporte público sea subvencionado, eso ni se discute, lo que se discute es quien lo paga. El Ayuntamiento de Zaragoza debe subvencionarlo a quienes pagan sus impuestos aquí. ¿Que se pueden encontrar fórmulas? Sí. Se puede llegar a un acuerdo con el Gobierno de Aragón para que se pueda implantar un billete único pero subvencionado entre todas las administraciones. Por tanto, no es quitar derecho a nadie.

Hay personas que por no pagar el impuesto de circulación en Zaragoza, aunque viven y circulan en Zaragoza, se empadronan en otro sitio para pagar la tercera parte. Eso es un fraude y conviene no mantenerlo, independientemente de la cuestión electoral.

P.- La oposición ha criticado su afán por los grandes proyectos. ¿Cree que una parte de la ciudadanía puede sentir que se están dejando de lago algunas políticas en teoría más pequeñas pero muy importantes?

R.- Sí, eso lo dice mucho la oposición y a base de repetirlo alguien puede llegar a creerlo. La verdad es que las inversiones realizadas en grandes proyectos no suponen ni el 15% de las realizadas por el ayuntamiento, que se han concentrado sobre todo en los barrios y no en los grandes acontecimientos. Pero casi todos los grandes proyectos están apoyados por la práctica totalidad de los partidos. La única oposición se centra en uno, en Expopaisajes, que pretenden bloquear sólo porque tienen miedo de que al éxito de la Expo 2008 se pueda añadir otro.

P.- ¿Qué le queda por cambiar a Zaragoza?

R.- Precisamente el cierre de la ciudad por el este y la restauración de las riberas hasta la Alfranca. Ésta es la gran operación a desarrollar en los próximos quince o veinte años, pero hay que empezar a trabajar ya. Y que se realice la segunda línea del tranvía este-oeste.

P.- Parece que sigue viva la disyuntiva entre el metro y el tranvía. El equipo de Gobierno ha encargado los estudios para el metro. ¿Es incompatible con la segunda línea del tranvía? ¿Tiene Zaragoza dimensión par tantos medios de transporte?

R.- La apuesta del Gobierno socialista, no del de coalición con el PAR, simplemente es transformar las cercanías en algo parecido a un metro. Eso se puede lograr probablemente con un coste muy barato, porque lo que hay que hacer es dos o tres apeadero. Pero una línea de metro propiamente dicha es imposible, en este momento y probablemente en décadas, por el coste. Un kilómetro de metro vale más que toda la línea del tranvía.

P.- Usted asegura que las finanzas de la capital están saneadas pero que hay un grave problema de liquidez. ¿Cómo se soluciona eso?

R.- Estoy convencido de que una vez terminadas las elecciones la la vicepresidenta económica (Elena Salgado) se dará cuenta de que es imprescindible que a los ayuntamientos se nos conceda una línea económica del ICO. Hoy por hoy los alcaldes está muy modosos porque a nadie le gusta hablar cuando están cercanas las elecciones. A mi me da exactamente igual y lo digo antes. Pero lo que yo digo ahora será un clamor el día 23 porque la práctica totalidad de los ayuntamientos de España necesita de esta línea de crédito, controlada, para el pago a proveedores.

A nivel regional la solución es hacer la Ley de Capitalidad, por la que la DGA tendría que asumir el coste de las competencias impropias que asume el Ayuntamiento. Aún compartiéndolas, implicaría la necesidad de ingresar un mínimo de ochenta millones al año.

Y a nivel local, el ayuntamiento tiene patrimonio suficiente para pagar esa deuda. De hecho mi compromiso electoral es que en un año tienen que estar pagadas todas las deudas de proveedores de las pyme. Para las grandes, habrá que hacer un plan consensuado.

P.- Es inevitable hablar de los 55.000 parados de la ciudad de Zaragoza ¿Cómo ataja el ayuntamiento esa lacra?

R.- No podemos despertar falsas espectativas porque no tenemos competencias en esta materia. Pero es verdad que no te puedes mantener quieto ante 55.000 familias con problemas. Con toda modestia, sabiendo que podemos hacer pocas cosas, las haremos. Y se resumen en tres: rebajar los trámites administrativos, que es una medida que no sólo no cuesta un euro, sino que ahorra, sobre todo tiempo y disgustos a las empresas; estimular cualquier actividad económica directa; y apoyar cualquier actividad que genere empleo, como el turismo y el urbanismo.

Todo eso junto no es la solución, sino que hacerlo es una obligación elemental de solidaridad.

P.- Zaragoza es la sexta ciudad de España más visitada y la quinta en habitantes...

R.- Si se empadronaran las personas que realmente viven y trabajan en Zaragoza seríamos sin duda la tercera, pero aquí existe la alegría de empadronarse en el pueblo donde has nacido. Algunos por razones materiales, y otros por razones sentimentales, pero de paso ahorran en el impuesto de circulación

R.- Esa sería una forma de ser la cuarta, pero ¿hay más? ¿o no es ése el objetivo?

P.- Sin duda, que se parezcan los habitantes reales a los empadronados es una exigencia de cualquier ayuntamiento normal, y va en ello la financiación. Pero la clave del crecimiento en habitantes no es esa, esa es una regularización. Mientras no se regule la situación económica no hay crecimiento poblacional.

P.- ¿Y qué va a hacer con los impuestos y las tasas?

R.- Bajar los impuestos es imposible, pero los voy a congelar. Los ingresos que se obtienen de una subida de impuestos, aunque fuera razonable, son tan nimios que no compensa realmente el lanzar un mal mensaje en tiempos de crisis. Sin embargo en cuanto a las tasas hay que lograr que el ciudadano pague lo que vale el agua y recoger y reciclar la basura.

P.- Nos ponemos en el 23 de mayo. Da la impresión de que se sentiría más cómodo reeditando un pacto con el PAR que en un tripartito con las formaciones de izquierdas, CHA e IU.

R.- Los socios que quiero son aquellos que tengan valor para adoptar las medidas que hay que adoptar. Me da igual que sea quien sea. Lo que necesito es socios que sean conscientes de que estamos en una crisis que aún durará dos años, durante los que vamos a ingresar cien millones menos.

Los socialistas estarán más de acuerdo con los partidos que comprendan que hay que ahorrar y olvidarse de toda demagogia. Habrá que firmar, si de mi dependiera, un pacto de gobierno estricto que contenga las medidas que hay que adoptar.

Por Isabel Poncela