El busto de Azaña, donado por la fundación que tutela su legado, llegó al Congreso el pasado 28 de noviembre y fue el entonces presidente de la Cámara, José Bono, quien decidió colocarlo en el vestíbulo del Palacio, tras la Puerta de los Leones y enfrente de la estatua de la Reina Isabel II.
Sin embargo, la pasada semana fue trasladado al Patio de Operaciones de la tercera ampliación del Congreso, al otro lado de la Carrera de San Jerónimo, lo que provocó las protestas de Izquierda Unida que pidió una rectificación alegando que Azaña tiene rango de jefe de Estado.
La decisión está relacionada con el acuerdo que el pasado 21 de mayo adoptó por unanimidad la Mesa del Congreso al aceptar la donación de una escultura de Niceto Alcalá Zamora, el otro presidente de la II República, prometido por el Ayuntamiento de Priego de Córdoba, su localidad natal.
Entonces ya se habló de reunir en el mismo vestíbulo a los dos presidentes de la II República y a otra figura política de aquellos años, Clara Campoamor, que tiene en ese mismo espacio un busto de cristal y la réplica del escritorio en el que trabajaba. Eso sí, ese patio de operaciones está presidido por dos grandes retratos del Rey Juan Carlos y de la Reina Sofía. En la Mesa aseguran que también se informó a IU de esa idea, sin que entonces hubiera problemas.
PESA DEMASIADO PARA EL SUELO DEL PALACIO
Hay también una razón técnica que justificaba a el traslado, alegan desde el Congreso, y es el peso del busto de Azaña y de la peana sobre la que reposa, por encima de los 400 kilos, que puede dañar el delicado suelo de mosaico del vestíbulo de Isabel II del Palacio. De ahí que el busto de Azaña ya viviera una primera tentativa de traslado a finales del pasado diciembre, cuando se llevó a la primera ampliación, pero en aquella ocasión la mudanza sólo duró 24 horas por las protestas del PSOE.
En el Congreso niegan también desconsideración hacia la figura del presidente republicano pues recuerdan que, en el mismo vestíbulo del Palacio donde Bono colocó el busto, Azaña ya tiene un tondo (retrato circular) en la galería de diputados ilustres del techo, junto con el de Adolfo Suárez, primer presidente de la actual democracia constitucional.
Además, han recalcado a IU que el vestíbulo donde ahora se ha instalado a Azaña forma parte de las dependencias institucionales del Congreso y que de hecho se piensa potenciar su utilización ubicando allí más actividades parlamentarias.