La cobertura de los sistemas de saneamiento ronda el 16% del territorio de Haití, por lo que "hay una gran carencia de letrinas, lo que lleva a la gente a defecar al aire libre y potencia la aparición de focos de cólera", dijo la jefa de operaciones de la Cruz Roja Española en Haití, Pilar Palomino, en una entrevista con Efe.
"Es muy complicado controlar los casos de cólera en esas circunstancias", señaló la experta, quien consideró que "las consecuencias humanitarias de esta epidemia son muy preocupantes".
La epidemia de cólera ha infectado a 72.000 personas, de las que 31.200 han sido hospitalizadas y de ellas, 30.000 se han recuperado, según cifras oficiales.
En las zonas rurales hay un grave problema de falta de acceso al agua potable, mientras que en la capital existen sistemas de agua, pero no cubren el 100% de las necesidades ni cuentan con el control suficiente, según Palomino, quien también indicó que falta un adecuado sistema de vigilancia para "seguir los casos de cólera de una forma exacta y precisa por todo el país".
Haití reúne todos los factores de riesgo para que se asiente una epidemia de estas características, como problemas de hacinamiento e higiene, carencia de agua potable y falta de sistemas de saneamiento.
Por eso es necesario que haya "una respuesta mayor" por parte de la comunidad internacional, ya que "las ONG no tenemos la capacidad de sustituir a un Estado", dijo.
Según esta ingeniera de telecomunicaciones, otro factor que complica la lucha contra el cólera son las graves "limitaciones logísticas" de Haití en importantes puntos de movimiento de carga como el aeropuerto o el puerto, "donde los contenedores se quedan parados durante semanas".
En el lado positivo, la responsable de la Cruz Roja señaló que "la gente está concienciada" de la importancia de tomar precauciones para prevenir la enfermedad, en particular en las zonas donde existe acceso a la información, como los comités que funcionan en los campamentos de desplazados del terremoto de enero.
En la actualidad, la Cruz Roja asiste a unas 160.000 personas con diferentes proyectos de acceso al agua potable, instalación de sistemas de saneamiento y promoción de la higiene en Puerto Príncipe, Jacmel, Leogane y en el departamento de Artibonite.
Uno de estos proyectos se desarrolla en 21 de los campamentos de desplazados de Puerto Príncipe, donde la organización humanitaria trabaja en la construcción de letrinas y duchas y en la instalación de sistemas de saneamiento.
Este programa permitirá mejorar las condiciones de vida de entre 85.000 y 100.000 personas que habitan en esos lugares, donde se calcula que malviven en total 1,3 millones de personas afectadas por el terremoto, que causó la muerte de 300.000 personas.
Además, la Cruz Roja está presente en seis centros de tratamiento del cólera en el departamento de Artibonite, en el norte del país, donde también trabaja en acciones de agua y saneamiento, así como en la distribución de material médico y en la desinfección de lugares afectados por la epidemia, explicó Palomino.
La jefa de operaciones de la institución subrayó la importancia de desarrollar un buen trabajo comunitario de distribución de sales de rehidratación oral para evitar que se agrave el estado de personas afectadas levemente por la enfermedad.
Medidas de este tipo, junto a la información masiva entre la población y el personal sanitario local sobre el modo de prevenir la epidemia y de tratar a los enfermos pueden "evitar una saturación de los centros de tratamiento de cólera" a los que van a parar los casos más graves, subrayó.