ETA decretó un parón técnico ahogada por las detenciones y para recuperar el control

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 06/09/2010 00:00

Sólo en los meses de enero, febrero y marzo se habían practicado hasta 32 detenciones repartidas entre España (22 arrestos), Francia (seis detenidos), Portugal (tres), Inglaterra en las que habían participado seis cuerpos policiales distintos. La operación más relevante fue la que el 28 de febrero logró el arresto del entonces 'número uno' de ETA, Ibon Gogeaskeotxea, junto a otros dos terroristas en Francia.

Además la acción de las fuerzas de seguridad había asestado importantes golpes a la logística de la banda como la desarticulación en febrero de la base de ETA en Obidos (Portugal) donde los terroristas escondían 1.500 kilos de explosivo, 300 de ellos preparados para una acción inminente.

Acosada policialmente, la banda buscó respiro reduciendo el riesgo de sus militantes para recomponer sus estructuras y abastecer de nuevo su almacén de cara a retomar los atentados, posiblemente durante los meses de verano. Sin embargo, el arresto el pasado 20 de mayo del jefe militar de la banda, Mikel Carrera Sarobe, llevó a los expertos antiterroristas a pensar que la banda podría mantener ese parón técnico. Sin embargo, la decisión última pasaba a depender de los dirigentes terroristas que hubiesen recogido el testigo dejado por Sarobe.

Hasta el mes de marzo la banda llevaba ocho meses sin matar con la excepción del asesinato del agente galo Jean Serge Nerín, el 16 de ese mismo mes fruto de un encontronazo de los terroristas con la policía francesa en una operación de abastecimiento en la que un 'comando' salía de robar coches de un concesionario en las inmediaciones de París. La banda explicó esta acción como un accidente y aclaró que no se trataba de un atentado premeditado.

Desbaratan los planes de ETA

En cualquier caso, aquella acción puso a prueba la voluntad de la izquierda abertzale de desmarcarse de la banda terrorista ETA ya que se produjo en pleno proceso de debate interno en el que se había impuesto la postura favorable a abrir un nuevo ciclo en ausencia de violencia.

Fue el pasado 14 de noviembre cuando la izquierda abertzale presentó públicamente la conocida como 'declaración de Alsasua', en la citada localidad navarra. Su principal novedad era la apuesta por solucionar el "conflicto" en base a los denominados 'principios Mitchell' aplicados en el proceso de paz para Irlanda del Norte y que propugnan un escenario sin injerencias violentas de ningún tipo.

ETA contestó a estos movimientos de su brazo político por medio de un comunicado el 17 de enero asegurando que tutelaba y hacía suyos los planteamientos expresados, pero mantenía su apuesta por la violencia.

Ante la incapacidad de controlar a su brazo político desde la clandestinidad, los terroristas reaccionaron creando una estructura aparentemente legal llamada a ser sus ojos y su voz en las asambleas que se llevaban a cabo tanto dentro como fuera de las cárceles.

Esa misión fue encargada a sus abogados de confianza que, sin embargo, fueron detenidos el 14 de abril. De este modo, se desbarató el último plan de ETA para controlar a sus bases.

"ETA para porque no puede más"

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado tras analizar en profundidad el anuncio de ETA que la banda ha decidido parar "porque no puede más" tras las últimas actuaciones policiales.

"ETA para para reconstituirse, nadie puede engañarse. No nos podemos fiar y eso hace que el Gobierno esté escéptico y que el Ministerio del Interior mantenga intacta su política antiterrorista", ha señalado el ministro en una intervención en TVE.