Según han informado a Efe fuentes judiciales, el fiscal ha presentado hoy un escrito ante la juez que investiga el proceso urbanístico para la construcción de un hotel de lujo junto al Palau de la Música en el que solicita las nuevas declaraciones y propone nuevos testigos, entre ellos ex altos cargos de la Generalitat.
El escrito del fiscal argumenta que es preciso que los saqueadores confesos del Palau de la Música sean interrogados de nuevo porque hay detalles del caso que no se les han podido plantear, dado que las defensas lo impidieron.
Concretamente, el ministerio público considera que Millet y Montull deben dar explicaciones sobre la documentación que las partes no conocían cuando ambos declararon por primera vez, el pasado 17 de junio, en una comparecencia que comportó su ingreso en prisión preventiva durante trece días.
Además, en su segunda declaración como imputados, a raíz de la ampliación de querella presentada por la Fiscalía, las defensas impidieron que se les pudiera preguntar por esas nuevas pruebas, alegando que el interrogatorio debía limitarse a los nuevos hechos que les imputaba la fiscalía.
Las nuevas declaraciones permitirán que, a la luz de la documentación incorporada con posterioridad a la causa, las acusaciones pidan explicaciones más detalladas a los saqueadores confesos sobre el destino que pensaban dar a los 3,6 millones de euros que la Fundación Palau de la Música se habría embolsado como comisión de haberse construido el hotel de lujo.
Además, el fiscal pretende aclarar el destino de los 900.000 euros que figuraban anotados en un documento relacionado con el hotel del Palau y que se sospecha podría ser un pago del promotor Manuel Valderrama a Millet y Montull a cambio de la adjudicación del jugoso proyecto hotelero.
El ministerio público solicita también en su escrito que se aporten nuevas pruebas a la causa, entre ellas un informe elaborado por los servicios jurídicos centrales de la Generalitat que mantiene que el convenio que Millet firmó con el Departamento Economía para realizar la permuta necesaria para construir el hotel de lujo era de carácter urbanístico, no patrimonial.
La naturaleza de ese primer acuerdo -que permitió que los solares adjuntos al Palau adquirieran uso residencial- es fundamental para la causa porque los convenios urbanísticos deben ser sometidos a información pública, lo que no sucedió en el caso del hotel del Palau.