Obviando el monumento franquista por antonomasia, el Valle de los Caídos, Madrid cuenta con múltiples lugares y monumentos que harían las delicias de cualquier militante de la ultraderecha; junto al madrileño Templo de Debod, en el solar donde antes se encontraba el Cuartel de la Montaña, los falangistas celebran puntualmente cada 18 de julio. El mismo Arco del Triunfo, en Moncloa, aunque no es precisamente un sitio de reunión para activistas exaltados, sigue recordando a "los vencedores" de la contienda civil española.
Fuera de Madrid
No obstante, podemos salir de Madrid y continuar asistiendo a algunos de los movimientos de la extrema derecha: el 18 de julio se celebra también en la Plaza del Ayuntamiento de Santander, donde una estatua ecuestre del dictador presidía la plaza hasta la remodelación realizada hace un año; Barcelona -gobernada por un bipartido progresista PSC-ICV- mantiene otro monumento en la Plaza Saint Jordi de Montjuic, que cada 12 de octubre presencia cánticos franquistas y neonazis en homenaje al antiguo "Día de la raza".
España, sembrada
Pero, además de estos puntos de encuentro, el Estado español se encuentra literalmente sembrado de monumentos, placas y nombres de calles franquistas que suponen un salto en el tiempo. Para eliminarlos trabajan colectivos como el Foro Estatal por la Memoria, que lleva décadas luchando por el reconocimiento de las víctimas del franquismo, por los desaparecidos, así como por la eliminación de los vestigios físicos y simbólicos de nuestro "antiguo régimen".
Otro 20-N
Según informa José María Pedreño, presidente del foro, este fin de semana no serán solo los "fascistas" los que se manifiesten a colación del 20-N. El "núcleo duro" de este colectivo estatal se concentra este sábado a las puertas de la finca de Cuelgamuros, en la que se encuentra el Valle de los Caídos, para exigir la definitiva "despolitización" de este monumento inequívocamente franquista.
No es la única
Estos colectivos por la Memoria no solo estarán activos en la capital: en Sevilla, Oviedo, Toledo o Granada, militantes comprometidos con la restitución de la Memoria Histórica pedirán a las autoridades, más que nunca, justicia. No basta con una Ley: el camino es largo, pese a los logros conseguidos.