En el Pleno y en su primer día como diputado, Garriga ha afirmado que la CUP trabajará por la independencia, el proceso constituyente y el rescate social: "No queremos ser un Govern autonomista, sino de la preindependencia, que deberá afrontar las bases de un nuevo país huyendo del marco autonómico, de los recortes y de la corrupción".
Ha aseverado que la CUP ve al nuevo Govern como un todo y no como la suma de CDC, ERC y fuerzas independentistas, y ha urgido al ejecutivo a cumplir la declaración independentista del Parlament con el reto de ensanchar el proceso y sumar a la gente que aún ve con "recelo" una república catalana.
"Las cosas están mal. Gobernaréis en un marco de permanente negación e impugnación de las leyes catalanas, en un marco intervenido y asfixiado con una ofensiva recentralizadora y españolista", ha advertido, y ha erigido los derechos sociales de las personas como uno de los pilares de la legislatura.
Así, ha reclamado medidas de "sentido común" y urgencia, como frenar las subvenciones a las escuelas que separan por sexo, acabar con las privatizaciones y devolver las ayudas a las guarderías.